Sábado 18:30 p.m. Vigilia en Metro Park
El Papa reunió a millares de personas en la vigilia en el Campo San Juan Pablo II, en Metro Park, cerca de las inmediaciones del Corredor Sur.
El papa Francisco invitó este sábado a los jóvenes católicos a que sean los "influencer" del Siglo XXI y a imitar a María, que fue la "influencer de Dios", durante la ceremonia de Vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en Panamá.
En la explanada del Metro Park de Panamá, llamada Juan Pablo II porque también aquí celebró un acto el papa polaco en 1983, y ante 600.000 persona, según los organizadores, Francisco volvió a usar el lenguaje juvenil actual para lanzar su mensaje.
Les explicó que la vida de salvación que regala Jesús no es "una salvación colgada 'en la nube' esperando ser descargada", ni una "aplicación" nueva o un ejercicio mental fruto de técnicas de autosuperación.
"Tampoco un 'tutorial' con el que aprender la última novedad, sino una invitación a ser parte de una historia de amor que se entreteje con nuestras historias", señaló.
A los jóvenes, el papa les puso el ejemplo de María, que "era un joven de Nazaret, no salía en las redes sociales de la época, y no era una 'influencer', pero sin quererlo ni buscarlo se volvió la mujer que más influyó en la historia". "María, la 'influencer' de Dios", la definió el papa en otro guiño al mundo de los jóvenes de hoy, y añadió que ella tuvo la fuerza del saber decir "sí".
En esta ceremonia de la Vigilia, uno de los actos de la JMJ, el papa oyó los testimonios de un matrimonio con una hija con el síndrome de down, un extoxicodependiente y un palestino.
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El testimonio del matrimonio fue utilizado por Francisco para afirmar que "abrazar la vida" se manifiesta también cuando damos la bienvenida a todo lo que no es perfecto: al discapacitado, al migrante, al preso.
El pontífice también criticó a un mundo "que no está dando raíces ni cimientos a los jóvenes".
Y lamentó: "Qué fácil resulta criticar a los jóvenes y pasar el tiempo murmurando, si les privamos de oportunidades laborales, educativas y comunitarias desde donde agarrarse y soñar el futuro".
"Sin educación es difícil soñar futuro, sin trabajo es muy difícil soñar futuro, sin familia y comunidad es casi imposible soñar futuro", destacó.
Al hablar del testimonio de Alfredo, que contó su experiencia como toxicodependiente, el papa recalcó "que cuando uno se descuelga y queda sin trabajo, sin educación, sin comunidad y sin familia al final del día nos sentimos vacíos y terminamos llenando ese vacío con cualquier cosa".
Para Francisco, el que muchos jóvenes no crean en Dios es "porque muchos de ellos sienten que, poco a poco, dejaron de existir para otros, se sienten muchas veces invisibles".
El papa invitó entonces a los católicos a ser "influencer" en el siglo XXI, que significa "ser custodios de las raíces, custodios de todo aquello que impide que nuestra vida se vuelva gaseosa, se evapore en la nada".
"¿Quieren ser 'influencer' al estilo de María, que se animó a decir 'hágase' (tu voluntad)?, les preguntó el papa a los jóvenes, que respondieron un "sí" en coro.
Y les aseguró que "solo el amor nos vuelve más humanos, más plenos, todo el resto son buenos pero vacíos placebos".