Sittón: Constituyente no es ninguna panacea
En un análisis de la Constituyente de 1946, el abogado Pedro Sittón destaca que nunca se le debe temer consultar al soberano sobre las grandes decisiones que nos envuelven en nuestra vida democrática y, sin lugar, la necesidad de una constituyente lo es.
Sin embargo, Sittón alega que lo que no soporta es el oportunismo político de unos líderes de la oposición que utilizando falsas premisas y tratando de lograr liderazgos, manipulen a la opinión pública.
Entre estas mentiras y engaños de los falsos profetas políticos, nos encontramos con que una nueva Constitución a través de un proceso constituyente, será la panacea de todos nuestros males y el remedio para todas nuestras carencias.
Veamos nuestra vida democrática de 1946 a 1968 y repasemos la misma para desmentir esos argumentos pueriles: 1. De 1946 a 1952 hubo siete presidentes, en el medio un fraude electoral y un recuento de votos. 2. El juicio político a dos ex presidentes. 3. Suspensión de las garantías constitucionales y Estados de sitios. 4. Pandemia de poliomielitis y crisis económicas. 5. El fraude electoral del 64 y la ruptura democrática ante el colapso de las instituciones por el golpe militar de 1968.
Pedro Sittón destaca que esta breve síntesis demuestra que la Constituyente, contrario a lo que pregonan desde los empresarios hasta políticos fracasados, no nos darán puestos de trabajo, inversiones extranjeras ni acabarán con la corrupción.
Es la economía, estúpido. Esa fue la clave de la victoria de Clinton sobre Bush padre. Sin embargo, el error de la historia es que se repite y los cantos de sirena están embrujando a una población que tiene otras prioridades más que saciar apetitos electorales de unos y la ingenuidad de otros, concluye el abogado internacionalista.