Un acto de solidaridad con un toque de esperanza
"Esta silla será su libertad, su herramienta para explorar el mundo con nueva comodidad y dignidad", afirmó la señora Whittaker con lágrimas de gratitud.
La Primera Dama de la República, Maricel Cohen de Mulino, extendió sus manos con generosidad hacia dos familias panameñas que enfrentan desafíos extraordinarios. En un gesto de humanidad y compromiso, Cohen de Mulino entregó donaciones que prometen cambiar el curso de la vida de Christian Calderón y Anders Ariza, dos valientes jóvenes con diagnósticos de parálisis cerebral.
Con una sonrisa que iluminaba la ceremonia, la Primera Dama presentó una silla de ruedas especial a Christian, acompañada por su emocionada abuela, la señora Yadira Whittaker. "Esta silla será su libertad, su herramienta para explorar el mundo con nueva comodidad y dignidad", afirmó la señora Whittaker con lágrimas de gratitud.
Por otro lado, la señora Elvia Rodríguez, abuela de Anders, recibió con alegría una silla de baño especial. "Es un regalo de tranquilidad para toda la familia. Esta silla no solo brinda comodidad, sino también un alivio invaluable", compartió con emoción la señora Rodríguez.
Ambos equipos fueron cuidadosamente seleccionados y detallados por los proveedores, asegurando que cada uno cumple con las necesidades específicas de los beneficiarios y viene con una garantía reconfortante de un año.
"En nuestro despacho, las puertas siempre estarán abiertas para aquellos que necesitan apoyo. Este es solo el comienzo de un compromiso continuo para mejorar vidas y fomentar la inclusión en nuestro país", afirmó la Primera Dama.
Este acto de solidaridad no solo marca una diferencia tangible en las vidas de Christian y Anders, sino que también resalta el poder transformador de la empatía y el esfuerzo colectivo hacia un Panamá más inclusivo y esperanzador.