Una biografía imperdible
Tratar de resumir una vida ordinaria en la extensión de un libro, puede resultar muy difícil, pero relatar una vida extraordinaria se convierte en una labor titánica, una enciclopedia no alcanza.
Mayin Correa, a quien puedo llamar mi amiga, anuncia que presentará su biografía el próximo 8 de febrero, acontecimiento que ya de por sí es imperdible.
La sola mención de Mayin levanta pasiones. Hace unos meses, grupos de aguerridos manifestantes, cerraron todos los accesos de la Asamblea Nacional, "nadie entra, nadie sale", gritaban a voz en cuello, advirtiendo que dejarían caer el infierno sobre la tierra, pero, que no claudicarían. Llegó Mayin y dijo: "déjenme pasar, vengo a trabajar", los manifestantes le hicieron una ronda de aplausos y le dieron paso expedito.
Puedo adelantarles algunas "perlas" que revelan su carácter singular en la biografía de Mayin "Testigo de la Historia":
Mayin se reunió con un gringo jefe de la mafia quien se ofreció a matar a un político panameño.¿De quién se trata?
Esto lo puede usted saber escudriñando en las páginas de la biografía, que además tiene una colección extraordinaria de fotos alrededor del mundo y con las personalidades más diversas.
Fueron muchas las dificultades que tuvo Mayin para lograr todo en la vida.
Y como dice Mayin en su biografía la lucha la sigue hoy ya entrados en el siglo 21.
Como Madona, reina de los escenarios mundiales por 4 décadas; Mayin es la reina de los memes, de las caricaturas, de las redes sociales, ha monopolizado el escenario político y periodístico panameño en los últimos 50 años. Hoy Mayin es más popular que nunca, sobre todo entre la juventud que se amontona a su alrededor pidiéndole una "selfi" o un autógrafo.
Con las citas anteriores solo pretendo "dejarlos picados" con un muy pequeño adelanto de la biografía más reveladora de los últimos tiempos en Panamá.
Su renovación mediática es casi "mágica", sólo que sí sabemos de dónde viene su talante: Mayin es incansable a sus 87 años, su equipo de trabajo en la Asamblea Nacional pasa aprietos a la hora de seguirle el paso. Mayin no se rinde y sigue trabajando sin parar, igual que la gente de lo más profundo de la campiña panameña, igual que el campesino de manos grandes y ásperas, de esfuerzo incansable, de corazón noble y ganas interminables de vivir.
Ella calza cutarras desde que salió de su amado Macaracas, juvenil y llena de sueños, pletórica de ideales que la llevaron a entrevistarse, solo para mencionar algunos personajes de una larga lista: Margaret Tatcher, Indira Gandi, dos Papas en el Vaticano; paso a paso, a Washington D.C., el corazón de la Nación más poderosa del mundo, vestida con un abrigo de Mink. Así es Mayin la mujer que admiro y aprecio, porque sé que los gigantes viven en la tierra y en Panamá compartimos toda una época con una Gigante de la Historia: Mayin es Mayin y punto.