Una chef creyente en el poder de la mujer
Como pareja luchan por concebir un hijo, un proyecto familiar que está en la lista de prioridades.
Valiente, emprendedora y una mujer "echa palante" es Jenny Guerra, una chef con 17 años de experiencia en el arte culinario. Toda su vida ha estado entre sartenes, cucharones y el calor de la cocina, pero, también goza a plenitud de una vida familiar con su esposo Fernando Mckay y su mascota, el perrito "Pepe".
Jenny, una profesional jovial, está inmersa en el mundo de la cocina desde pequeña, influenciada por sus abuelas, pero recuerda que desde los 11 años elaboraba galletas junto a su hermana.
La propietaria de "Flovers Deli & Catering", un negocio dedicado al servicio de bufet, calificó a la mujer panameña como trabajadora, luchadora y un gran ser humano. Así es ella también.
¿Qué fruta, especie, alimento o legumbre escogería para definir su personalidad? Una pregunta difícil, dice Jenny, pero después de varios segundos respondió: "Soy una ‘piña’, una fruta dulce, pero amarga, cuando está pasada de tiempo".
Se apodera y fiel creyente de la frase "mujeres al poder" y advierte que no es un cliché, pese a que en esta profesión al igual que en cualquiera otra deben competir con los hombres.
La empresaria y también docente aseguró que los años de experiencia le han permitido ganar un sitial en la cocina panameña, un campo que es muy cerrado entre los hombres.
A las nuevas generaciones de chefs, principalmente a las mujeres, les sugiero seguir sus metas profesionales, sabiendo que es una carrera dura, de sacrificios, y de no solo ponerse un delantal y decir que soy chef. "El camino no es fácil”, dice la entrevistada, “pero no permitan que les digan que no pueden lograrlo", recalcó.
La organización, planeación y el empeño son claves para lograr los objetivos, los aplica constantemente. Se puede vivir económicamente de esta carrera, pero con una buena organización, conociendo los costos-ganancias y ofreciendo un buen servicio.
Jenny, aunque no ganó en el concurso televisivo "Top Chef", afirmó que esto marcó positivamente su vida profesional. Llegó a la etapa semifinal del programa, sin embargo, los nervios afectaron su desempeño para alcanzar el triunfo.
"No gané grandes seguidores en las redes sociales, pero gané una gran experiencia en el plano profesional", indicó.
La capitalina de nacimiento y que le gusta cocinar desde una ensalada hasta las pastas -su platillo preferido-, comparte su vida matrimonial con Fernando desde hace 5 años. Su esposo es su amigo, confidente y el gran amor.
Como pareja luchan por concebir un hijo, un proyecto familiar que está en la lista de prioridades.
Ambos han enfrentado con amor este anhelo de convertirse en padres.
La chef manifestó que está bajo tratamiento médico, sin embargo, hay que tener paciencia y nunca perder la fe en Dios.
La esperanza de que el bebé llegue para completar la familia se mantiene viva, pero dentro de las alternativas está la adopción, un tema que han hablado y analizado.
Mientras tanto, Jenny y Fernando continúan con sus planes personales y profesionales.
La mujer, profesional, hija y esposa, exalta el valor de las mujeres panameñas y las insta a seguir luchando por sus metas con valentía y decisión.