Nacional - 28/3/19 - 07:45 PM
Unos 500 migrantes extracontinentales llegan a Panamá
El número de inmigrantes sigue aumentando
Unos 500 migrantes extracontinentales entraron a territorio panameño por la frontera con Colombia, confirmó este jueves a Acan-Efe una fuente del Servicio Nacional de Migración de Panamá (SNM).
"Quinientas personas aproximadamente, y se está trabajando (esta situación) con 'flujo controlado'", indicó la fuente.
"Flujo controlado" es un programa implementado por Panamá en los últimos tiempos con el objetivo de que los miles de migrantes que llegan al país en su tránsito hacia el norte de América salgan ordenadamente del territorio panameño.
A los extracontinentales, de diversas nacionalidades, los reciben agentes del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y se les somete a un proceso de verificación y de ayuda humanitaria, para posteriormente y de manera gradual ser entregados, previa coordinación, a las autoridades de Costa Rica, explicó la fuente oficial.
Las páginas digitales de medios locales y redes sociales recogen versiones que indican que el grupo de extracontinentales habría ingresado a la localidad fronteriza panameña de Puerto Obaldía, en el litoral Caribe, la noche del pasado miércoles.
"Flujo controlado" es un programa implementado por Panamá en los últimos tiempos con el objetivo de que los miles de migrantes que llegan al país en su tránsito hacia el norte de América salgan ordenadamente del territorio panameño.
A los extracontinentales, de diversas nacionalidades, los reciben agentes del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y se les somete a un proceso de verificación y de ayuda humanitaria, para posteriormente y de manera gradual ser entregados, previa coordinación, a las autoridades de Costa Rica, explicó la fuente oficial.
Las páginas digitales de medios locales y redes sociales recogen versiones que indican que el grupo de extracontinentales habría ingresado a la localidad fronteriza panameña de Puerto Obaldía, en el litoral Caribe, la noche del pasado miércoles.
#ProvinciasCri Por el Puerto Obaldía, comarca Guna Yala, entraron ayer más de 300 inmigrantes. Preocupante la situación para las comunidades vecinas como: Armila y Anachucuna. pic.twitter.com/MyiffmQcq4
— Diario Critica.Pa (@criticaenlinea) 28 de marzo de 2019
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En la segunda semana de febrero pasado llegó al país una oleada de migrantes irregulares, alrededor de 700, la mayoría cubanos y el resto de países como Haití, Camerún, Ghana, Eritrea y Etiopía.
Todos ellos, según con versiones oficiales, entraron por los límites con Colombia y buscan pasar por la frontera de Costa Rica para seguir rumbo al norte del continente americano.
Panamá anunció entonces la construcción de un albergue con capacidad para 400 personas en la frontera con Colombia.
La llegada incesante de migrantes llevó a Panamá y Costa Rica a aplicar de manera conjunta un programa "flujo controlado", que es un proceso verificación sanitaria y también biométrico, para comparar información con bases de datos de Estados Unidos y otros países a fin de tener un perfil de estas personas y determinar si generan o no un alerta migratoria.
El ministro panameño de Seguridad Pública, Jonattan Del Rosario, dijo en febrero pasado que el destino de estos migrantes "no es Panamá", y señaló que "no califican para ningún estatus legal en el país debido a la manera en que ingresaron al territorio" nacional.
El pasado 20 de febrero, en Boquete, Chiriquí, el presidente panameño, Juan Carlos Varela y su colega de Costa Rica, Carlos Alvarado, acordaron reforzar el programa bilateral Flujo Controlado para garantizar la atención humanitaria al migrante sin descuidar temas inherentes a la lucha contra el tráfico de seres humanos.
En la segunda semana de febrero pasado llegó al país una oleada de migrantes irregulares, alrededor de 700, la mayoría cubanos y el resto de países como Haití, Camerún, Ghana, Eritrea y Etiopía.
Todos ellos, según con versiones oficiales, entraron por los límites con Colombia y buscan pasar por la frontera de Costa Rica para seguir rumbo al norte del continente americano.
Panamá anunció entonces la construcción de un albergue con capacidad para 400 personas en la frontera con Colombia.
La llegada incesante de migrantes llevó a Panamá y Costa Rica a aplicar de manera conjunta un programa "flujo controlado", que es un proceso verificación sanitaria y también biométrico, para comparar información con bases de datos de Estados Unidos y otros países a fin de tener un perfil de estas personas y determinar si generan o no un alerta migratoria.
El ministro panameño de Seguridad Pública, Jonattan Del Rosario, dijo en febrero pasado que el destino de estos migrantes "no es Panamá", y señaló que "no califican para ningún estatus legal en el país debido a la manera en que ingresaron al territorio" nacional.
El pasado 20 de febrero, en Boquete, Chiriquí, el presidente panameño, Juan Carlos Varela y su colega de Costa Rica, Carlos Alvarado, acordaron reforzar el programa bilateral Flujo Controlado para garantizar la atención humanitaria al migrante sin descuidar temas inherentes a la lucha contra el tráfico de seres humanos.