Armas por comida y medicamentos: una necesidad urgente
Armas como escopetas, rifles, pistolas, revólveres de distintos calibres, ametralladoras AK-47, fusiles de guerra Fal y M-16, así como lanzacohetes RPG, y hasta un cañón, fueron recuperados a lo largo de los años.
Sin duda alguna, muchas vidas fueron salvadas. Las armas de fuego, instrumentos de muerte, no fueron usadas para su letal tarea, sino que, gracias a la feliz iniciativa de la entonces alcaldesa Mayin Correa, fueron entregadas a las autoridades, a cambio de bolsas de comida y medicamentos.
El programa "Armas por comida", ahora ampliado a "Armas y municiones por comida y medicamentos", fue puesto en práctica por Mayin durante su gestión en la alcaldía bajo el concepto de que era necesario fomentar la cultura de paz en la sociedad, recuperando las armas ilegales, portadoras de la violencia en las comunidades.
Hoy, desde la gobernación de la provincia de Panamá, Mayin ha enfocado sus esfuerzos en la reactivación del programa "Armas por comida y medicamentos", el cual hoy más que nunca es necesario, en vista de la gran cantidad de hechos violentos que se cometen en nuestras comunidades.
Durante la primera etapa del programa, entre 1995 y 1999, se lograron recolectar más de 15 mil armas de distintos calibres y alrededor de tres millones de municiones, los cuales eran un remanente de armamento que quedó manos de delincuentes luego de la invasión norteamericana del 20 de diciembre de 1989.
Armas por comida y medicinas es un programa inclusivo, ya que en el mismo participan ciudadanos (líderes comunitarios, pastores, sacerdotes, propietarios notarios, sociedad civil, propietarios de armas, empresarios de supermercados y farmacias).
Es un programa transparente, ya que todas las armas recolectadas son destruidas en un acto público (salvo (salvo que estén vinculadas a investigaciones judiciales), su valor es tasado por expertos armeros y el pago se da en bonos para comprar en supermercados y farmacias, nunca dinero en efectivo.
Además, y esto es muy importante, existe estricta reserva de la identidad confidencialidad de los datos de los ciudadanos que entregan las armas y municiones, de manera que pueden acercarse con toda confianza a los centros de recolección de armas sin temor a algún tipo de represalia o investigación.
Es importante destacar, que en la segunda etapa del programa, que abarca el quinquenio 2009- 2014, Mayin, en su primera gestión al frente de la gobernación, logró recuperar mil 154 armas, 109,222 municiones y se invirtieron equivalente a 276 mil 690 dólares en bonos.
Ese armamento, que pudo ser utilizado para arrebatarle la vida a compatriotas inocentes o ser usado en actos delictivos, quedó fuera de circulación lo que ha permitido salvar miles de vida a lo largo de los años.
Armas como escopetas, rifles, pistolas, revólveres de distintos calibres, ametralladoras AK-47, fusiles de guerra Fal y M-16, así como lanzacohetes RPG, y hasta un cañón, fueron recuperados a lo largo de los años.
Otra faceta menos conocida del programa, fue la recuperación de armas que constituían reliquias históricas como pistolas Luger de fabricación alemana, usadas en la segunda guerra mundial, armas antiguas anheladas por coleccionistas de estos objetos, a los que se les hacía agua la boca al verlas exhibidas en un vitral en la sede la gobernación.
Lastimosamente, una funcionaria sin visión e ignorante del valor histórico de estas piezas, presuntamente las entregó a la Policía Nacional, donde fueron presumiblemente destruidas.
Lo que si es cierto, es la necesidad de que toda la sociedad coopere con la nueva puesta en marcha de "Armas y municiones por comida y medicinas", ya que vendrá a llenar una necesidad de pacificación de la violencia en nuestras comunidades.