Opinión - 01/2/22 - 02:15 PM

¡Parir con dignidad!

 

Por: Gabriela Arosemena Montenegro Licenciada en Psicología Twitter: @Gabby_Aro -

El alumbramiento de un hijo es uno de los momentos más preciados e íntimos en la vida de una mujer, es el inicio de un vínculo único e irrepetible que ahonda en los más profundos instintos y emociones, sin embargo, para el sistema público de salud es un evento trivial por decir lo menos, en casos, este importante evento se da de manera deshumanizada por parte del personal de salud convirtiéndolo en un verdadero suplicio tanto para la mujer como para la familia.

No son infrecuentes las historias en donde no se le brinda información a la madre y/o familiares sobre los procedimientos, intervenciones y demás respecto al infante, por el contrario, el personal de salud tiende a tomar decisiones sobre los neonatos, inconsultas a la madre y familiares quienes permanecen en limbo y ni siquiera se les permite ingresar a la sala al momento del alumbramiento.
Lo anterior se da casi que en la totalidad de las veces en hospitales públicos, donde si bien es cierto existe saturación y deficiencias en cuanto a infraestructura entre otras cosas, no constituye una razón justificable para despojar a la madre de su dignidad humana al momento de traer una vida al mundo, este fenómeno que por años ha sido normalizado toda vez que, las mujeres y familias que acuden a las salas de maternidad de los hospitales públicos de nuestro país, no cuentan con los recursos económicos suficientes para costear el dar a luz en un hospital privado en donde el panorama es completamente diferente: por el costo de este servicio, las familias no solamente pueden estar presente durante el alumbramiento, incluso decoran y hacen privadas celebraciones en las habitaciones para inmortalizar un momento importante a nivel familiar… En cambio, en aquellos pasillos de salas de maternidad, donde puede que esté alguna adolescente dando a luz a su segundo hijo, esté aquella enfermera gritando: “puja! ¡Para eso querías abrir las piernas!” Uno de los tantos tratos que componen la violencia obstétrica, considerada también una forma de violencia de género.
Afortunadamente, este fenómeno no ha sido invisible y hoy por hoy existe una ventana de oportunidad para reivindicar y hacer conciencia sobre este flagelo que afecta y a ha afectado a miles de mujeres. En ese sentido, desde la Comisión de la Mujer, la Niñez y la Familia ha emanado el anteproyecto de ley No. 168, propuesto por la Honorable Diputada Suplente, Walkiria Chandler D’Orcy quien busca precisamente la implementación de políticas públicas y que busca humanizar y dignificar el parto a través de esta iniciativa legislativa de Partos Saludables para la cual esperamos el apoyo y contamos con que pueda convertirse en ley de la República a fin de devolver esa significancia al proceso de dar a luz en un hospital público de nuestro país.

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