Opinión - 22/1/22 - 01:45 PM

Parte Rubén Darío Sousa

Dedicó su vida a la lucha por la justicia social de la clase sobrera y de los campesinos.

 

Por: Por; Julio Bermúdez Valdés. -


Tras una larga batalla, como las que rindió en vida por Panamá y el movimiento social por más de 70 años, Rubén Darío Sousa dejó de existir la madrugada  de este sábado 22 de enero de 2022 en el Hospital Santo Tomás,  a la edad de 98 años . Nacido el 25 de septiembre de 1923 en calle Colón de Ciudad de Panamá, fue hijo de Cleto Manuel Sousa, un panameño de raíces portuguesas, y de Felícita Batista.

Fue esta última la que puso en sus manos a temprana edad el libro "La Madre" de Máximo Gorki, una obra que -decía- "influyó mucho en mí".

En 1943, en las aulas del Instituto Nacional, entra en contacto con las teorías revolucionarias de la época y llega a las filas del Partido del Pueblo invitado por  Celso Solano Arias, quien lo dirigía para esa fecha.

De allí parten las jornadas de Rubén, primero como dirigente de la Juventud Popular Revolucionaria (JPR) y luego como secretario de organización de ese colectivo, en reemplazo de Guillermo Sánchez Borbón (Tristán Solarte).

Las batallas libradas por la Federación de Estudiantes de Panamá y distintas organizaciones obreras, cívicas y femeninas contra los tratados de bases Filos-Hines serán los primeros combates en los que expondrá su temple revolucionario, junto a probados hombres de la época como Carlos Iván Zuñiga, Hugo Víctor, Carlos Calzadilla, Cesar De León Espinosa, Rómulo Escobar, de quien fuera amigo toda la vida, entre otros. Tras largas batallas en las filas del Partido contra lo que se llamó una corriente browderista", comienza la lucha por llevar al partido a la corriente marxista leninista, la que va a definirse en 1951 durante el tercer congreso realizado en lo que era la sede de la sociedad francesa. Rubén y Rómulo van a disputarse la secretaría general de Partido.

La gana Rubén, y con ello surge el tercer partido comunista de Panamá. Los dos primeros habían surgido en abril de 1930  y 1943; pero hay un elemento más. Ser revolucionario para esa época, sobre todo comunista, implicaba enfrentarse a una sociedad conservadora permeada por las desastrosas desorientaciones que emanaban de la guerra fría; y como el congreso implicaba además un cambio de actitud en la militancia, era necesario una figura que se dedicara a tiempo completo a la orientación del partido, que se resumía en la estructuración y orientación del movimiento popular. Rubén inaugura su gestión en medio del anticomunismo feroz que desarrollaba el presidente Arnulfo Arias  Madrid y que posteriormente desarrolló José Antonio Remón Cantera bajo la tristemente célebre "ley de la Vagancia".

Es allí donde aparece entonces "Vicente Tello", el seudónimo que utilizaría el máximo dirigente de los comunistas panameños desde la clandestinidad que vivió por años, y que se tradujo en persecuciones y carcelazos, y en el sacrificio familiar que representaba su esposa Silvia. Su vida está vinculada a los principales episodios de la lucha social panameña y a la batalla por la soberanía, desde la organización febril del movimiento popular de los años 50, incluida la reorganización de la Federación de Estudiantes de Panamá, hasta el surgimiento y desarrollo del combativo movimiento estudiantil universitario que se aglutinó en el Frente de Reforma, y a un papel estelar en los acontecimientos  del nueve de enero de 1964 y la negociación de los tratados Torrijos Carter.

Desde las filas del Partido del Pueblo orientó, organizó y decidió jornadas importantes. No se podrá hablar  del movimiento social panameño sin hablar de Rubén Darío Sousa. Encabezó el Buró Político del Partido del Pueblo, integrado por figuras importantes de esa lucha, que también han partido, como Miguel Porcel, Cesar De León Espinosa, Carlos Francisco Changmarín, Cleto Manuel Sousa Batista (su hermano) Heuribíades Herrera, Florencio De Gracia, Luther Thomas, de sindicalistas egregios como Domingo Barría, Ángel Gómez, Marta Matamoros, y varios lideres estudiantiles y campesinos entre los que figura Julio Bermudez Mosquera. 

Rubén Darío Sousa ha muerto en el hospital Santo Tomás. Allí llego el martes de esta semana en busca de una cama, que no había, pero que al final fue trasladado a la sala de cardiología. Importantes figuras del empresariado local expresaron en ese instante su reconocimiento y solidaridad para con este sobresaliente revolucionario que dedicó, su vida a la lucha por la justicia social de la clase sobrera y de los campesinos. (JBV)

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