‘Quiero tu puesto’
"Guste o no, Martinelli fundó e hizo al partido con el cual llegó al poder luego de un intento fallido. Hoy está preso en Miami y su relevo, hasta por estrategia, sale sobrando. La excusa de que se requiere en Panamá para dirigir es el argumento más pueril y carente de sustento que han invocado."
Esta semana, cumpliendo todos los trámites ante el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, fui habilitado para poder ver a Ricardo Martinelli en mi condición de abogado, luego de su petición. La visita, por dura que haya sido, como en efecto lo fue, sirvió para saludar a un amigo caído y preso. Los que lo hemos vivido, lo entendemos. Fue de gran beneficio e interés poder charlar de abogado a abogado con los colegas de Miami y entender mejor el escenario procesal. Interesante, pero complejo.
El título de mi reflexión de hoy fue la frase que Rómulo Roux le dijo a Martinelli cuando lo visitó el 7 de diciembre iniciando la dura, desleal y desigual conversa. Ante dos testigos lo planteó. Pidiéndole además que se postulara a secretario general. A cambio, se comprometía a ayudar en sus casos y el de los hijos con Varela. Como abogado, sé que ya Varela no decide esta situación. Pero lanzar esa promesa condicionada evidencia su cercanía al mandatario y el trabajo político que está tratando de llevar a cabo el 21 de enero. Tomarse el partido CD y llevarlo al eje del poder en 2019. El que no quiera entenderlo está en su derecho. La ambición le rompió el saco, usando el válido refrán.
Si Martinelli estuviera libre y en Panamá, nada de malo tendría que, con reglas claras y democráticas, se rete su liderazgo. Debe ser normal que esto se plantee en un colectivo político. Sin embargo, todos los que hemos vivido y leído la historia política del país sabemos que también la mística juega un papel fundamental. Guste o no, Martinelli fundó e hizo al partido con el cual llegó al poder luego de un intento fallido. Hoy está preso en Miami y su relevo, hasta por estrategia, sale sobrando. La excusa de que se requiere en Panamá para dirigir es el argumento más pueril y carente de sustento que han invocado.
Los dirigentes políticos pasan por etapas, con razón o sin ella, en la que se someten a duras pruebas. La cárcel siempre está en la lista. Es parte de la vida política cuando se cae y te persiguen. Casos concretos en nuestro país sobran en la que líderes caen vilipendiados con saña y retornan al poder al decidirlo el pueblo. En América sobran ejemplos también. Por ello, al exmandatario se le pegan todas las pulgas mientras espera que en algún momento haya una sentencia " justa" en medio de un ambiente en que la justicia mediática lincha o absuelve por intereses, que en nada pasan por la observancia y respeto a la ley. Si no, se somete a la decisión del pueblo, si es del caso, en futuras elecciones.
Por razones ya obvias se deja ver el esfuerzo del Gobierno por forzar las elecciones del otro año. Tomarse CD pareciera una meta. Sin embargo, la historia en dictadura también nos recuerda que los partidos robados a sus líderes sirven para taco de escopeta en las elecciones. Por ello, el intento de Varela vía Roux respecto de CD y, además, usando la estructura política y económica de la AN en grande como es ya un secreto a voces, aparte de delitos, les plantea, en el mejor de los casos, un triunfo pírrico, es decir, y como define el término el DRAE: "una victoria obtenida con más daño del vencedor que del vencido".
Por ello, apelar a la conciencia de los convencionales es lo propio, tratando de sustentar con realidades que llevar a CD al varelismo es muerte segura en 2019. El 21 de enero se define la suerte del 19. Esa realidad debe motivar el voto a conciencia, si se desea ganar para gobernar bien en unas elecciones, de por sí muy complicadas como las que anticipo venir. Se puede ganar perdiendo el 21 también. Lo cierto es que la masa leal deberá estar a tono con las decisiones el domingo.
¡No permitamos que el 21 nos roben CD!