Voto Cruzado
Las reformas al Código Electoral abrieron escenarios confusos cuyos resultados los veremos al final de la elección de mayo próximo. Una de ellas, el permitir que varios partidos postulen a un mismo candidato a diputado en un circuito con independencia de si hay o no alianza partidaria para presidente. Caso Athanasiadis, por ejemplo, es PRD pero el partido Alianza la postuló para el 4-5, reiterando que seguirá apoyando al candidato presidencial del PRD, aunque Alianza vaya en mancuerna con CD en la presidencial. La ley lo permite y eso salió de la reforma. La confusión de imágenes y discursos serán palpables. Pero creo que este será el menor de los problemas. El gran problema vendrá del voto cruzado de hecho, el que se pide individualmente por cualquier diputado para salvarse él o ella, dejando la opción presidencial a la libre, es decir, "vota por mí y para presidente por el que quieras".
El control de los diputados sobre las estructuras de todos los partidos no es casual. Se trata no solo del control del colectivo, sino del desarrollo de la campaña. En las circunstancias actuales, para muchos, la reelección en mayo será sinónimo de libertad personal después de mayo y entre serle leal al candidato presidencial del partido y luchar en su circuito para reelegirse, siento que lo segundo reviste de vital importancia y será la conducta a seguir, aunque espero equivocarme.
En las elecciones de 2014, nuestro partido CD, vivió y sufrió el efecto de este fenómeno. En no pocos circuitos, los diputados sacaron más votos que el candidato Arias, doblándolo inclusive en algunas circunscripciones, lo cual sí tuvo efecto en el conteo final. Leche derramada. Y eso que se estaba en gobierno y participaron de una campaña sin carestías, como sabemos ahora. Pero en la próxima campaña, ante el clientelismo reinante, el no tener suficientes fondos será un aspecto a considerar y mucho, pero no reelegirse será de mayor significación por las consecuencias de perder y quedar en la vereda de los ciudadanos comunes y corrientes con mucho que explicar. Por eso he dicho que ese voto cruzado causará estragos, sobre todo cuando se perfile la tendencia hacia el triunfo presidencial. Además, la ley electoral impone topes de gastos de campaña y cuenta el TE con una batería de agudos inspectores y auditores que velarán, en principio, para que esos topes se respeten, a riesgo incluso de frenar entrega de credenciales, realidades que antes no se tenían por no tener los gastos de campaña tope alguno.
El tiempo, y pronto, dirá lo equivocado que fue el dejar a los partidos en manos de sus cúpulas legislativas. No vislumbro claras mayorías legislativas. La Asamblea Nacional no será hegemónica de ninguna fuerza política y el número de los de libre postulación crecerá unos cuantos y la no reelección cobrará sus víctimas, aunque no como sus motivadores esperan. Por ello, gane quien gane, la necesidad de acuerdos será necesaria, ojalá que para lograr votos para los temas pendientes, y no para la "gobernabilidad". Pero esos acuerdos, si se logran, vuelven a quedar en manos de los mismos, por lo que los partidos como tales, como instituciones de la democracia, no estarán realmente presentes en las mismas, a menos que se abra la consulta, lo cual es muy remoto, si nos vamos a los antecedentes recientes. Habrá jaleo de seguro.
Quedará en cada candidato presidencial conocer integralmente el compromiso de sus candidatos a diputados, igual para los otros cargos que no se escapan de esta realidad que con franqueza expongo hoy. El 6 de mayo se verán las fealidades.
Mientras, ¡el reloj sigue su marcha y cada día que pasa es uno menos de todos ellos allá!