¿Lo cumplirán? Shannen Doherty no quería hipócritas en su funeral
Ella rechazó la idea de un evento marcado por el dolor, y prefirió una celebración de su vida donde estuvieran solo aquellos que realmente la apreciaban.
La actriz Shannen Doherty, muy conocida por su icónico papel en la serie 'Charmed', murió a los 53 años tras una prolongada batalla contra el cáncer, pero ahora lo que ha estado llamando la atención es que la famosa no quería a ningún hipócrita en su funeral, por lo que se espera que su familia le cumpla su última voluntad.
En una charla de lo más sincera con su amigo Chris Cortazzo, la actriz reveló sus deseos de cara al funeral que recibiría, destacando su aversión por la falsedad y la hipocresía.
Shannen Doherty expresó su deseo de que su funeral se convirtiera en una celebración de amor, excluyendo a todos aquellos que, al menos en su opinión, asistirían únicamente por razones políticamente correctas.
Antes de su última cirugía cerebral, Doherty revisó su testamento y nombró a Cortazzo como albacea de su fideicomiso. En cuanto a su funeral, hizo una lista específica de personas que quería presentes, priorizando la sinceridad y autenticidad en este momento tan íntimo.
Rechazó la idea de un evento marcado por el dolor, y prefirió una celebración de su vida donde estuvieran solo aquellos que realmente la apreciaban.
La actriz indicó que para ella era muy predecible imaginarse quiénes de sus conocidos se darían cita a las exequias, revelando que muchas de esas personas no son de su agrado.
“Son muchas personas que creo que aparecerían y que no quiero allí”, se sinceró y argumentó: “No las quiero allí, porque sus razones para presentarse no son necesariamente las mejores, no les agradó lo suficiente como para asistir a mi funeral, en realidad”.
Y aunque no quiso dar nombres de ninguna persona en específico, sí envió un mensaje a aquellas y aquellos que se sintieran aludidas, pues les extendió la invitación que no se hicieran presentes en su despedida.
“Es lo políticamente correcto y no quieren quedar mal, así que quiero quitarles la presión y quiero que mi funeral sea como una fiesta de amor, no quiero que la gente llore o que en privado digan: ‘-Gracias a Dios, esa perra ya está muerta’”, destacó.