Solaris Barba olvidó las razones que tenía para vivir
La modelo y presentadora de A Lo Panameño, confesó lo que vivió al estar en certámenes de belleza, en el marco del día de la Salud Mental.
Solaris Barba se sinceró con sus seguidores, publicó su post más honesto, en el que recordó lo que vivió durante el periodo de su vida en certámenes de belleza.
La modelo se preguntó qué tanto están dispuestos a pagar por cumplir un sueño, en su caso, se hizo mucho daño, tanto física como mentalmente, sobrepasando los límites que su cuerpo y mente podían soportar.
"Después de estar más de 1 año en terapia me di cuenta del daño que dejó en mi la presión y estrés constante, los comentarios pasivo/ agresivos, la invalidación de mis opiniones, intentar ser alguien que no soy, tener que cumplir las expectativas de los demás. Todo esto coaccionando a la vez con situaciones personales que traía arrastradas y una relación llena de abusos psicológicos que sobrepasaron los límites de lo que mi mente y mi cuerpo podía tolerar", reveló la presentadora de A Lo Panameño.
Afirmó que llegó a chocar en su auto al quedarse dormida por el cansancio, se hizo un esguince de segundo grado, con esta lesión en su tobillo se obligó a caminar con zapatos de tacones, se exigía tanto, que el descanso era poco, su cuerpo colapsó, se enfermó y hasta llegó a rociarse spray en sus piernas para calmar el dolor.
"Hacía un esfuerzo sobre humano diariamente para poder soportar todo lo que debía hacer, me llegué a chocar por quedarme dormida del cansancio, me hice un esguince de 2do grado y aún así obligue a mi tobillo a caminar con zapatos altos, solo dormí 3 horas antes de ir al aeropuerto porque se hicieron mis maletas justo la noche antes de partir a la concentración y mi cuerpo ya no aguantó más, me enfermé, perdí la voz, tenía que rociarme rigar por las piernas para no sentir el dolor y las llagas. Honestamente fue la peor semana de mi vida", siguió detallando la exmiss en su escrito.
Barba confiesa que llegó a olvidar las razones que tenía para vivir, lloraba todas las noches, sus manos temblaban, en eventos público quería salir huyendo y vivía en constante paranoia en la calle.
Después de dos años de lo que vivió, hoy Solaris valora lo bueno y no tan bueno que obtuvo de ese periodo, asegurando que está bien estar mal, pero la salud mental es un precio que no se debe negociar.