¡Al General... le seguían los pasos!
Al General acusado de ser el comando del Cártel del Golfo en Panamá, le seguían los pasos y desde hace 22 meses, la Policía le respiraba en la nuca.
Desde el 6 de febrero de 2020, cuando a las 2:00 p.m. de ese día arrancó la Operación "Fisher", el colonense Jorge Luis General, de 35 años y apodado alias "El Cucho", "El Socio" y "Makilo", tenía una especie de satélite sobre sus movimientos.
La Unidad Sensitiva de la DIJ y la Dirección Nacional de Inteligencia del Senan sabían que estaban moviendo drogas a través de Cuango, Palenque, Viento Frío, Nombre de Dios, Santa Isabel y otros puntos de la Costa Arriba de Colón.
La organización estaba integrada en la parte operativa por pescadores o dueños de botes, razón por la cual se denominó "Fisher" a la operación. El propio "Cucho" tenía una sociedad que logró un permiso de la ARAP para la pesca de calamar.
Gran parte de los 57 imputados por el caso, que en una sola diligencia permitió la incautación de casi $10 millones en un caleto en La Providencia, eran objeto de pesquisas. En otras gestiones diversas se decomisaron $849,910.21 y 1,599 kilos de cocaína.
Los investigadores mantenían labores de seguimiento sobre miembros de la organización que era integrada casi en su mayoría por colonenses, pero como algo curioso, casi todos los cabecillas residían en La Chorrera y Arraiján. Aparte de eso, los pinchazos telefónicos permitieron acumular 659 conversaciones.
Los agentes de inteligencia determinaron que el 23 de abril de 2021 hubo una cumbre en un PH Playa Blanca y que miembros de la organización se alojaron en el proyecto Buenaventura.
A ese reunión asistió el General, un colombiano de apellido Gómez, conocido con el alias de "Copudo", "Amircito" (hermano de "El Cucho"), alias "Ñifo" y un exconvencional panameñista apodado "El Fat".
Las pesquisas de los equipos de inteligencia sabían que El General tenía un grupo que recibía y movilizaba drogas desde Colombia utilizando lanchas rápidas. Para sacar la droga tenía nicaragüenses y hondureños, que movían en lanchas la cocaína hacia Centroamérica y luego a EEUU.
El grupo de Jorge Luis General cobraba además una especie de "peaje" por la droga que mandaba el cartel del capo colombiano "Otoniel" a la Costa Arriba de Colón.
Los agentes del orden también conocían que en diversos puntos de Colón, entre ellos La Providencia, en el corregimiento de Puerto Limón, habían caletos para guardar droga y grandes cantidades de dinero, como el botín encontrado el jueves en una residencia de ese sector.
La organización también tenía una serie de empresas -que según los investigadores- eran utilizadas para sus actividades de blanqueo de capitales. Un reporte de la Unidad Sensitiva revela además la existencia de una conexión China entre los que colaboraban en esa labor para legalizar el efectivo.
Aparte de la organización de Jorge Luis, los investigadores están sobre la pista de otro grupo denominado "Los Paracos" que opera también en las costas de Colón. Uno de los miembros de esta facción fue detenido recientemente en Colombia.