Asaltante se le pasó la mano y en vez de neutralizar disparó contra Alina Ivaldi
Uno de los delincuentes le expresó al otro "Te dije que la neutralizaras, no que la matarás"
El llanto y el dolor se apoderó de los testigos que pasaron a ser interrogados en el juicio oral del caso del Banco General de Chanis que va en su tercer día de audiencia.
“¡Esto es un asalto!”, fue lo que dijo uno de los delincuentes que ingresó a robar la tarde del viernes 10 de febrero de 2017 a la sucursal bancaria, de donde se llevaron 13,613 dólares de dos de las cinco cajas que estaban habilitadas en ese momento.
El primero en ser sentado en el estrado fue el auditor del banco y compañero de Alina Ivaldi, quien detalló que aquella tarde la alarma del banco se activó, así como el centro de seguridad, donde mantienen vigiladas las 72 sucursales existentes.
“Cualquier movimiento extraño que se observe en las cámaras, son identificados en el centro de seguridad y posteriormente se da aviso a la policía más cercana del hecho”, relató el testigo.
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Cuando el auditor ingresó al banco, contó que se encontró una escena desgarradora y entre llantos, con la voz quebrantada, detalló que inspeccionó las cajas y determinó el faltante del dinero las cuales los ladrones vaciaron, siendo una de estas la de Alina.
En tanto, otro compañero de Alina y cajero, manifestó que la tarde fue tranquila, un día normal, pero que cerca de las 2:30 p.m. solo vio a un sujeto con el rostro tapado que entró con arma de fuego en mano, el cual gritó “¡esto es un asalto!” por lo que él y sus otras compañeras optaron por agacharse, la única que no lo hizo fue una mujer embarazada.
“Mis compañeras entraron en shock, por lo que nos agachamos debajo de las cajas, ellas lloraban del temor”, destacó el testigo, quien además mencionó que fueron momentos de tensión y de temor “ El tiempo exacto no lo puedo establecer, parecía eterno, pero todo duró como 2 o 4 minutos aproximadamente” enfatizó.
Según el cajero, una vez pasó todo y escuchó las radios de los policías decidió salir de abajo de la caja y se colocó en la puerta del área de los cajeros. Dijo que observó el cuerpo del agente de seguridad tirado en el suelo y más adelante el cuerpo de Alina “al ver esa escena me devolví al área de las cajas y les dije a mis compañeras que no salieran, porque la escena era muy triste. Alina estaba en un charco de sangre”, manifestó el testigo #8 del Ministerio Público.
Posteriormente la fiscalía mandó a pasar a su testigo #9, quien era otra trabajadora del banco, ella describió, que observó el momento en que un hombre entró al banco y con un arma de fuego dijo que era un asalto, en ese instante la desesperación se apoderó de ella y de sus demás compañeras, a quien les pidió calma.
La testigo, relató que escuchó el momento en que un delincuente le dijo al otro, después de los disparos, “Te dije que la neutralizaras y no que le dispararas”, pero que ella no sabía de que se trataba, hasta cuando ellos se fueron y ella salió debajo del pupitre y vio a Alina en el suelo.
La mujer tampoco pudo contener el llanto, debido a la escena y empezó a pedir ayuda y le dijo a Alina “ Fuerza Alina, fuerza, espera, ya viene la ambulancia” y de inmediato llamó a los paramédicos, quienes le indicaron que le tomara el pulso a la mujer tendida en el piso.
“Yo buscaba la mano de Alina, pero estaba boca abajo, el rostro no se le vía por la sangre, pero un cliente me dijo que no la tocara”, manifestó la mujer, quien hacía pausas para respirar y controlar la conmoción que tenía al recordar los hechos de hace más de dos años, que los llenó de temor y dolor.
El temor que se apoderó en ese instante de los clientes, quienes también se tiraron al piso cuando ingresó el encapuchado con arma de fuego y gritando que iban a asaltar el banco, al menos así lo dejó plasmado la testigo #10 del Ministerio Público y clienta del banco.
“Yo me tiré al piso y debajo de una mesas y un hombre me cayó encima, yo me encomendé a Dios y rezaba para que los ladrones no miraran para donde estábamos nosotros”, relató la mujer, quien además dijo “ Yo pensé que me iban a matar y que no vería más a mi familia”
La mujer contó que escuchó los gritos de las trabajadoras del banco pidiendo auxilio.
En el contrainterrogatorio, los abogados defensores, intentaron desacreditar a los testigos, a los que les preguntaban si habían visto a los asaltantes, pero ellos manifestaron que no, porque estaban agachados entre los muebles y las cajas, por lo que no vieron a los asaltantes.
Según uno de los abogados defensores, no hay nada que acredite a que los procesados han sido mencionados en los testigos que han pasado ante las juezas, pero según el Fiscal Emeldo Márquez, hay suficientes elementos (de convicción) que durante el deshago de las pruebas deslindarán las responsabilidades de cada implicado.
Imputados
A Benito Agüero, Pablo Hernández, Gabriel González Díaz, José de Los Reyes Collado, Ramphis Duarte y Arthuro Villegas; la Fiscalía los acusó por los supuestos delitos de Homicidio Doloso Agravado, Asociación Ilícita para Delinquir y Robo Agravado, mientras que a los hermanos Iker y Manuel Murillo fueron acusados por el delito de encubrimiento.
El pasado 12 de noviembre de 2018, Jesús Mitchel Flores de 19 años, fue condenado a 37 años de prisión, tras declararse culpable al llegar a un acuerdo de pena con el Ministerio Público por este crimen.
El Ministerio Público debe seguir con el desahogo probatorio de los testigos, a quienes se les interrogará y contrainterrogará.