Sucesos - 06/8/19 - 03:30 PM

Caso Cosca: Dos testigos detallan lo ocurrido en el hotel El Panamá

El cura le indicó que necesitaba una reservación para dos personas, con su tarifa especial, la cual gozan los clientes frecuentes. El pago lo hizo con sus tarjeta de crédito y la tarifa especial de 88 dólares.

 

Por: Jean Carlos Díaz/Crítica -

Un receso de 10 minutos marcó el "descanso" en el juicio oral por el caso del asesinato de Eduardo Calderón, ocurrido el 7 de julio del 2018, en el hotel El Panamá.
En el juicio están presentes 8 jurados de conciencia, además del único detenido de este caso, Hidadis Saavedra, y el padre David Cosca.
Hasta las 3:40 p.m., la Fiscalía había desahogado dos testimonios, uno de ellos, el de Jeimy Nicole Soto Pérez, recepcionista y cajera del hotel.
La mujer indicó qiue el padre Cosca llegó a eso de las 3 de la tarde del día 6 de julio del 2018 para hacer la reserva de una habitación. 
El cura le indicó que necesitaba una reservación para dos personas, con su tarifa especial, la cual gozan los clientes frecuentes. El pago lo hizo con su tarjeta de crédito y la tarifa especial de 88 dólares.
La mujer explicó que el sacerdote dijo que la reserva era solo por una noche con salida al día siguiente, para su sobrino, quien llegaría con otra persona e indicó además que quería ser el pago antes, para cuando realizaran el "checking" todo estuviera bien y en orden. Sin embargo, dejó claro que no fue quien entregó las llaves ni hizo el checking.
 
Apurado por las llaves
Otro de los testigos fue Edwin Rosendo Quiel Saez, quien informó que tenía conocimiento que había ocurrido un asesinato por parte del señor Hidadis, en el hotel El Panamá, el 7 de julio.
Se enteró por sus compañeros, al entrar de turno de 3:00 p.m. a 10:30 p.m. Laboraba como agente de recepción y fue quien realizó el "checking a la habitación #47 el día de la reserva. 
Manifestó una vez iba a realizar el "cheking" la reserva estaba pagada. Le entregó las llaves magnéticas a Hiddadis Santos Saavedra, quien le indicó que la reservación era para dos personas, para él y para Marlene Rodríguez. Dijo que su acompañante llegaría después pues estaba trabajando, pero durante el turno de Quiel, no la vio llegar.
Cuando se hizo el "cheking", Hiddadis se fue a la habitación y 15 minutos después salió. Mantenía una actitud de apuro, que se le entregaran las llaves.
se día Hiddadis vestía suéter gris, pantalón negro y una gorra. 

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