Confesiones del asesino de Oristela Batista, 22 años después
Nunca hubo pruebas que lo incriminaran a ellos directamente
Intenta mirar a los ojos de quienes conversan con él, pero asegura que nunca observa de frente el lente de una cámara.
No estaba nervioso ni ansioso, y en varias ocasiones intentó imponer sus ideas, algo que no consiguió, por lo que se molestó.
Vestido con un sencillo suéter negro con unos jeans, y más delgado de lo que se veía en las fotos, Sandy Patrick Luzer Pardo llegó al Parque Unión de Chitré, puntual, a las dos de la tarde, tal como se había pactado para la entrevista con Crítica.
El rostro, curtido por los 20 años de cárcel que pagó por el crimen de Oristela Batista Barba y los 54 años que lleva a cuesta, no refleja lo que es: un depredador, un sociópata por genética, como él mismo se describe.
¿La mató?
La pregunta que rodeaba este crimen marcado por una oscura realidad salió de golpe y la respuesta fue igual.
”Yo acepto que asesiné a Oristela Batista en ritual satánico. Lo acepto. También es cierto que la víctima fue encontrada sin ninguna gota de sangre”, dijo Sandy Patrick Luzer Pardo con una frialdad sorprendente.
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Por primera vez lo dice abiertamente, pero también desligó a su hermano Frank de toda responsabilidad de este hecho sangriento.
Era la elegida
Después de 22 años de aquel horrendo crimen, Luzer Pardo afirma que Oristela Batista era la elegida. Según él, no la conocía antes del 7 de diciembre de 1995, día en el que desapareció por unas horas, y luego fue encontrada muerta cerca a una cuneta en la vía que conduce a Los Santos.
“Digamos que son cosas que tuvieron que suceder... tenía que ser ella... La joven, quien jugó la Ouija, soñaba constantemente con el diablo y fue por eso que la inmolamos".
Todo ocurrió en medio de una misa negra, en la que estuvo presente, en septiembre de 1994 en un pueblo de Parita, distrito de Chitré. Allí salió a relucir el nombre de la joven. Un demonio deja por escrito después de la conducción de oración-trance que había que sacrificarla, destacó Sandy.
“Un demonio, uno de los pesados, quedó atrapado en este mundo, y la única forma que regresara era a través de una inmolación especial, de ahí el porqué del ritual satánico en esa playa, donde fue llevado el cuerpo de esa joven”.
Sandy Luzer contó que desde entonces se inició la preparación de la inmolación, que tuvo un primer intento, pero fallido. Sin embargo, el segundo no falló, ya que fueron aquella noche a la playa Los Guayaberos, a cometer su fechoría.
Según él, en el ritual participaron 5 brujas estadounidenses, dos colombianas y una darienita.
El crimen perfecto
Al menos así lo catalogó Sandy Luzer Pardo. “Fue un crimen perfecto. No había pruebas directas que me incriminaran, las autoridades solo levantaron indicios y testimonios poco confiables", según dijo, "que fueron utilizados para culparlo a él y a su hermano”.
" Ni Frank Luzer Pardo, ni Carmen Moreno, ni las demás personas que estuvieron conmigo fueron las responsables... yo fui el que mató a Oristela", volvió a repetir.
"Nunca hubo pruebas que lo incriminaran a ellos directamente", dijo.
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" Yo nunca acepté el delito, porque la ley no se basa en lo justo ni en lo recto, sino en lo legal". "Nadie acepta algo hasta que lo pruebes, nunca me declaré culpable porque no habían pruebas", acotó.
¿Lo volvería hacer?
La pregunta no le gustó. Sonrió a medias, se quitó los lentes y aseguró: "tuve 20 años y 14 días en la cárcel, una cárcel panameña. Si no tienes el temple para estar allí, la vas a pasar muy mal", resaltó este hombre, quien dijo haber pagado su deuda, según la regla del juego.
"El encierro me hizo mejor de lo que era antes", indicó Luzer Pardo.
Nací sociópata
Sandy Luzer Pardo dice: “Nací sociópata. Las amígdalas cerebrales están atrofiadas y mi cuerpo no segrega vasopresina”, dijo al describir lo que considera que es parte de su genética.
Las evaluaciones clínicas que se le hicieron lo describen como un hombre con una inteligencia superior a la normal, sin embargo, mantiene esa fría personalidad.
En el expediente del caso ocurrido hace 22 años, quedó registrada una evaluación sobre la personalidad del homicida. La persona es detallista, observadora, instruida, inteligente, con disciplina marcial o militar, que actuó con sangre fría, cuidadosa de sus actos y quien no perdona errores.
También se mencionó la personalidad compulsiva, obsesiva, además de sádica y cruel.
"No entiendo cómo una doctora con título en psiquiatría dice estas cosas de mí... Me llamó cruel, porque yo alimentaba mis serpientes con animales vivos", expresó, haciendo énfasis a las 36 culebras que tenía en casa desde muy pequeño.
Sandy nunca confesó su crimen hasta la actualidad, a través de "Evangelios de la Oscuridad", un libro que fue escrito entre los años 2000 - 2003, en el que narra lo ocurrido la noche del 7 de diciembre y la madrugada del 8 de diciembre de 1995.
"En el libro cuenta lo que pasó, lo que está sucediendo y lo que sucederá; considerando que los escritos son una especie de revelación que se le han hecho".
Luzer Pardo también menciona en su libro, la trama legal que envolvió este caso que conmocionó el país entero, pero sobre todo las provincias de Herrera y Los Santos.
La publicación de este libro, que solo se vende en Chitré y se conoce por la cuenta de YouTube del autor, revive este caso que mezcla satanismo, inmolación, creencias y sangre.