"Cosca no ha entregado celulares; le recomendaron comprar uno gallito"
Sarai Blaisdell y Marcos Manjarrez acudieron en la mañana de hoy miércoles a retirar el celular de su representado, a quien en medio de un allanamiento el pasado 27 de agosto se le incautó
Con un gallo de plástico en la mano la abogada Sarai Blaisdell, indicó que hasta el momento el sacerdote separado David Cosca, no ha entregado a la Fiscalía de Homicidios para que sea revisado, el teléfono “gallito” que utiliza.
“Le digo gallito porque en declaraciones de personas allegadas al sacerdote, dijeron que a Cosca le recomendaron botar su celular y comprar otro para que no lo involucren en el homicidio de Eduardo Calderón”, dijo la defensora de Valentín Calderón, a quien supuestamente quieren involucrar en el crimen del Hotel el Panamá y fungió como testigo.
Sarai Blaisdell y Marcos Manjarrez acudieron en la mañana de hoy miércoles a retirar el celular de su representado, a quien en medio de un allanamiento el pasado 27 de agosto se le incautó para que fuera sometido a control judicial.
“ Nos sentimos insatisfechos, porque la gente que de verdad no tiene temor coopera con las autoridades como lo hizo mi cliente” sostuvo Blaisdell, quien recalcó que hasta el momento el padre David Cosca no ha presentado ninguno de los celulares para el control judicial al que debe ser sometido en medio de las investigaciones.
“ Si usted no tiene la evidencia en tiempo oportuno, ya tener el celular del Padre Cosca que utilizó el día de los hechos, me parece que habría hasta contaminación por no tener la información ya de las conversaciones que sostuvo con Hidadi y Eduardo”manifestó la jurista
En declaraciones que Valentín Calderón brindó a la página Panamá Press, dejó claro que aquella noche el vio el cuerpo de Eduardo tirado en medio de un charco de su propia sangre y el mismo parecía como si se estuviera ahogando y toda el área estuvo ensangrentada “Por hacer un bien yo tengo que estar viviendo esta cuestión todos los días” dijo Valentín quien destacó que solo buscó que le brindaran los primeros auxilios.
La ambulancia llegó aquella madrugada del 7 de julio al hotel a brindarle los primeros auxilios al hombre, lo revisaron y no presentaba heridas de arma de fuego, ni por objetos punzo cortante, pero la sangre corría a gran cantidad por lo que fue controlada por los paramédicos del 911, 16 horas después médicos del Hospital Santo Tomás diagnostican que la muerte de Calderón fue producto de una hemorragia intercraneal.
Aunque las escenas del crimen fueron limpiadas a pesar que los paramédicos recomendaran que todo se mantuviera igual, las escenas quedaron registradas en fotografías que tomaron desde su celular Valentín y una trabajadora del hotel, que fue motivo de la incautación del teléfono de Calderón.
Eduardo mantenía su celular en su bolsillo, mientras que a un costado se encontraban restos de otro teléfono roto, indicó Valentín, cuando observó toda la escena de los hechos. “ Son dos celulares, él (Eduardo) tenía uno en el pantalón y las piezas del otro en el charco de sangre” acotó.
“El tipo le abre la cartera y le revisa que tenía dinero, no eran ni cinco, ni diez dólares, creo que era gran cantidad de dinero” mencionó el que observó el cuerpo y que al escuchar que el hombre llevaba su apellido quedó sorprendido.
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Las investigaciones que avanzan a pasos lentos, según los abogados hace más de un mes solo tienen 15 tomos, donde han llamado a varias personas a testificar, inclusive a personal del Hospital Santo Tomás, pero que a los principales mencionados no los llaman para que declaren.
El viernes se cumplen cinco meses del homicidio de Eduardo Calderón y las investigaciones tienen muchas dudas por aclarar, a tal punto que solo hay una persona detenida, Hidadi Santos Saavedra, amigo y excuñado del fallecido.
Hasta el momento la abogada Holanda Polo, defensa de Hidadi Santos Saavedra, indicó que el mismo no ha rendido declaraciones toda vez que se encuentra amparado bajo el artículo #25 de la Costitución Política de Panamá, en la que establece que ninguna persona que se encuentre procesada puede declarar contra sí, ni contra cualquier pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad, ni segundo de afinidad.
El caso debe culminar sus investigaciones en medio e la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y según los abogados hay temor de que el caso quede impune, por le simple hecho de mencionar a un sacerdote de la iglesia, quien alquilaba habitaciones con su tarjeta para el único imputado y detenido en reiteradas ocasiones.