Tan pronto Miguel Ángel Almanza salió de un tribunal de Colón cruzó los dedos índice y pulgar de su mano derecha y se persignó. Daba gracia a Dios de liberarlo de una terrible pesadilla que lo mantuvo 20 días tras las rejas: ser acusado de la "Masacre del Búnker" de Espinar, donde siete de sus vecinos fueron ejecutados con tiros en la cabeza.
Cerca de la 1:30 de la tarde, ‘Miguelito’ bajó por las escaleras laterales de las instalaciones del SPA, con su mascarilla puesta, escoltado por unidades policiales, pero sin esposas. Sus amigos y familiares gritaban a todo pulmón: ¡se hizo justicia! y lo aplaudían.
El chico de 18 años -vestido de camisa celeste y jeans- se hizo la señal de la cruz y lanzó un beso al cielo, como muestra de agradecimiento, luego fue subido en una patrulla y llevado hasta la estación policial de calle 12, para los últimos trámites y donde fue dejado en libertad.
Las puertas de la estación se abrieron y en el preciso momento que Miguel puso un pie afuera, lo esperaban sus familiares quienes entre el llanto lo abrazaron, mientras muy cerca los amigos aplaudían y gritaban. Nuevamente Almanza dibujo la cruz con su mano y se hizo las tres cruces: en la frente, la boca y el pecho.
Aunque la mascarilla le tapaba el rostro, las lágrimas corrieron por su mejilla, al momento que los amigos le gritaban que estaban con él, así como elevaron una oración en agradecimiento a Dios por la justicia que ellos indicaron se hizo.
Los aplausos si hicieron sentir aún más cuando a Miguel lo subieron a un auto ‘Pick up’, de color blanco, que a los costados mantiene letras con la palabra acarreo, que lo llevaría hasta su casa.
Al obtener su libertad, Miguel Ángel conversó con la periodista Delfia Cortez, a quien le dijo que siempre tuvo fe en Dios y su familia sabía que era inocente. Dio gracias a la familia y a los vecinos que lo apoyaron. Almanza expresó que es barbero y quiere aprender más para seguir...Dios me tiene una vida por delante.
El chico mostraba una poblada barba que siempre mantuvo, contrario a lo que se reflejó en el retrato hablado que se utilizó para detenerlo y que se confeccionó con base en lo dicho por uno de los seis sobrevivientes de la masacre.
En la audiencia de cambio de medida cautelar, solicitada por el abogado defensor, José Moncada, se logró que el juez de garantías Nelson Quijada, le cambiara a Miguel la detención provisional por la medida país por cárcel, reporte cada 30 días y no acercarse a Valle Verde, sector de donde eran los jóvenes asesinados.
Quijada también aprobó una solicitud del fiscal David Medina, de anticipo de pruebas a 10 testigos claves en las investigaciones, la cual está sustentada por los riesgos en el proceso, debido a las múltiples amenazas de las que han sido objeto los testigos.
Por este caso permanecen detenidos Reynaldo Antonio Cuadra, alias "Reycito, "El Monstruo", de 25 años, a quien su compinche Jan Carlos Hernández, de 21 años y conocido como "Niñito", lo señala como el hombre que dentro del búnker arrodillo de 5 de sus siete víctimas y le metió tiros en la cabeza. A otras dos de sus víctimas las asesinó 10 metros de ese refugio construido durante la Segunda Guerra Mundial.
Los imputados -de ser declarados culpables- pueden pagar una condena de 50 años de prisión."Niñito" está representado por el abogado Heavy Houston y "Reycito, El Monstruo", por la defensora pública Margarita Wong Velásquez.
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