Guardan a 1 de 3 que robaron y violaron a colombianas
Los moradores de sector #5 de Cerro Batea están preocupados por la ola de hechos delictivos que se han registrado en el lugar.
Una juez de garantías del Sistema Penal Acusatorio de San Miguelito ordenó la detención provisional de Miguel Ángel Castro Pedroza, de 23 años, acusado por robo agravado en perjuicio de 6 personas y violación agravada para tres mujeres. Todas las víctimas son de nacionalidad colombiana. El hecho ocurrió el 28 de febrero, en Cerro Batea.
En la audiencia de violación agravada y robo agravado la fiscal Yahaira Harding logró acreditar la vinculación y el delito, así como los riesgos existentes. La Fiscalía cuenta con 6 meses para la investigación, mientras que se espera dar con la identidad de los otros autores. pic.twitter.com/USBeBYQ0H0 — Ministerio Público (@PGN_PANAMA) 3 de marzo de 2019
En primera instancia la juez acogió la solicitud de la fiscal del Ministerio Público, Yahaira Harding de decretar la audiencia reservada, para evitar revíctimización de los afectados al hacer público los detalles del delito.
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#SucesosCri ¡Horror! Abusan sexualmente de una madre y sus dos hijas en Cerro Batea. Video: @jeandiaz1331 https://t.co/sDBovnIz1E pic.twitter.com/hTqAHmsCuW — Diario Critica.Pa (@criticaenlinea) 1 de marzo de 2019
Hubo agravantes en el caso
Durante la audiencia de violación agravada y robo agravado, la fiscal Yahaira Hardig logró acreditar la vinculación y el delito, así como los riesgos existentes.
La Fiscalía cuenta con un plazo de 6 meses para la investigación, mientras se espera dar con la identidad de los otros dos autores o partícipes de este hecho.
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Este hecho se dio la noche del pasado 28 de febrero en el sector #5 de Cerro Batea, corregimiento de Belisario Porras, cerca del bar Los Pelles. Ese día a eso de las 11:00 p.m. se escucharon los gritos de auxilio de las afectadas, luego de que tres hombres, uno de ellos armados entraron a la vivienda y abusaron sexualmente de una menor de 14 años y de su hermana de 19 años.
Una vez adentro de la morada, los agresores intimidaron a las mujeres para lograr su cometido y se retiraron del sitio sin poder ser captados por las cámaras de videovigilancia instaladas.