Hombre pagará 50 años de prisión por violación de tres menores
Correspondió al fiscal Adonis Marquínez acreditar la responsabilidad penal del sentenciado a través de pruebas periciales, documentales y testimoniales.
Un hombre, de 56 años, fue sentenciado por el tribunal de juicio con la pena máxima de 50 años de prisión por los delitos de violación sexual, actos libidinosos y corrupción en perjuicio de tres menores de edad, hechos ocurridos en los años 2010 y 2016, en el corregimiento José Domingo Espinar, San Miguelito.
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El sentenciado fue condenado por dos procesos judiciales distintos, que fueron acumulados, cuyos resultados arrojaron una pena de 44 y 28 años de prisión por cada uno de los casos, haciendo un total de 72 años de prisión como pena principal, sin embargo, al existir limitante del quántum máximo, el tribunal impuso la pena de 50 años de prisión.
Correspondió al fiscal Adonis Marquínez acreditar la responsabilidad penal del sentenciado a través de pruebas periciales, documentales y testimoniales.
En el desarrollo de la audiencia, el fiscal Marquínez señaló ante el Tribunal que en ambos casos, el sentenciado abusó de la confianza que le tenían tanto las víctimas, como sus familiares y con base en engaños, amenazas e intimidación se aprovechó de las víctimas para cometer los delitos.
El primer hecho ocurrió en el año 2010, en el corregimiento José Domingo Espinar, cuando el hombre, quien también es padrino de la víctima, alquiló un cuarto en la casa donde está residía, ya que era el mejor amigo del tío de la menor, lugar donde perpetró los delitos de corrupción de menores, actos libidinosos y violación sexual desde que la niña tenía 5 años, hasta cumplir los 8 años de edad.
Mientras, el segundo hecho ocurrió para el año 2016, cuando el sentenciado aun residiendo en el mismo lugar del primer hecho, se aprovechó de la confianza que le otorgó la vecina de al lado, quien tenía dos hijas pequeñas, a quien el acusado enviaba a la tienda en diferentes oportunidades y luego les decía que le tenían que pagar lo que él les compraba dejándose tocar, cometiendo los mismos actos del primer hecho, en contra de ambas niñas.