Sucesos - 04/3/22 - 09:15 AM

Vanessa Márquez: un crimen sin resolver

Suicidio, crimen o atropello. La chica de 19 años cayó desde el piso 17 del hotel Holiday Inn en medio de una fiesta sexual en la que participaron jóvenes de reconocidas familias.

 

Por: Grisel Bethancourt / Crítica -

Nadie vio salir a Vanessa Márquez del hotel Plaza Paitilla Inn.
Hace 17 años, el 4 de marzo de 2005, en el cuarto 1709, se realizaba otra fiesta pagada por jóvenes profesionales, casados y de reconocidas familias en la ciudad capital y de la provincia de Chiriquí.
El resto de la sociedad ignoraba que fiestas sexuales se realizaran en el viejo hotel, frente a la Bahía de Panamá, en uno de los barrios más prominentes de la capital: Paitilla.
Jovencitas hermosas, nacionales y extranjeras, eran la atracción de los hombres que desde horas de la tarde hasta el anochecer pasaban un rato ameno para después convertirse nuevamente en señores del hogar.
El 5 de marzo de 2005, un cuerpo de mujer fue hallado en el pavimento de la parte trasera del Hotel Plaza Paitilla Inn. Justo en el terreno que daba a la parte trasera del piso 17 del hotel.
Las primeras versiones del forense Luis Benítez, quien levantó el cadáver, daban como hipótesis certera: Un atropello.
Se trataba de una chica bonita, intrépida, panameña, identificada como Vanessa Márquez.
Suicidio, crimen o atropello. Es la duda que prevalece años después de ese suceso.

El atropello fue la hipótesis que se tejió.

El sábado 6 de marzo de 2005, Amael Acosta y otros amigos acudieron donde el subdirector de la otrora Policía Técnica Judicial (PTJ), Erick Bravo (todos ellos de origen chiricano), para decirle que no era un accidente de tránsito. La versión era que Vanessa se había lanzado desde el piso 17 del Plaza Paitilla Inn.
Bajo la recomendación de Bravo se abrió la investigación en la división de Homicidios de la PTJ y el hecho pasó a la Fiscalía Auxiliar para que los jóvenes rindieran declaración jurada, muchos de ellos querían hacerlo bajo testimonio protegido.
El hecho dio un vuelco, Bravo fue señalado por subalternos de supuestamente interferir en las investigaciones y fue separado del cargo.
El diagnóstico del doctor Luis Benítez fue cambiado por una Junta Técnica Legal determinándose que la muerte de Vanessa era un homicidio. El error le costó la destitución.
El nuevo análisis estuvo basado en lo único que tenía en ese momento: las fotografías del cadáver.
El cuerpo de la víctima ya había sido entregado a sus familiares quienes lo cremaron.
La investigación tomó dos rumbos. Una investigación contra Erick Bravo y otra por el delito de homicidio.

Cinco años después
Cinco años después del fatal deceso en la fiesta donde hubo mujeres, hombres de buena posición social, drogas y alcohol, el ex jefe del Departamento de Criminalística de la PTJ, David Villarreal, y la defensora de Amael Acosta, Guillermina McDonald, coinciden en que el error inició cuando el forense a priori interpretó el hecho como un atropello superficial.
A las críticas tampoco escapó el papel que jugó la Fiscalía Auxiliar de la República, que para McDonald no tuvo una actuación veraz.
"Inventan un atropello con fuga, no hubo un análisis correcto en relación al cuerpo de la víctima, por eso contratamos al perito y médico forense Andrés Tucker Lay, quien hace un análisis de las lesiones de Márquez, que eran compatibles con caídas por precipitación", explicó McDonald.
"La piel se le abrió, ella cayó y rodó, había un declive y en el terreno había un caliche. El cuerpo se golpeó con algo", dijo McDonald, también especialista en Criminología, quien defendió a Amael Acosta.
La defensora de Acosta dijo que faltó por parte del Ministerio Público buscar los antecedentes médicos de la fallecida, que revelaban un historial que abría luces a la investigación.
David Villarreal, quien para el 2005 dirigía el Departamento de Criminalística de la PTJ, concluyó en que toda investigación se encamina siempre después del dictamen forense y en este caso el examen necróptico apuntó a un atropello.
Con los testimonios de las personas había que confrontar dos hipótesis y al Fiscal Auxiliar, Luis Martínez, le correspondía retener la entrega del cuerpo de Vanessa para que se hiciera un examen exhaustivo para determinar las versiones, pero no lo hizo, se autorizó la entrega del cadáver y fue cremado. El Ministerio Público se enfiló hacia Erick Bravo y hubo amañamiento del expediente, según Villarreal.
"No se dedicaron a investigar la muerte de Vanessa Márquez en sí, se parcializaron en presumir que había un amañamiento del expediente", indicó Villarreal.


SOSPECHOSOS
Yanibé Sarmiento, de origen guatemalteco, y Amael Acosta, últimos que vieron con vida a Vanessa, aseguraron que no la tiraron del piso 17 del Plaza Paitilla Inn. Estuvieron detenidos por el supuesto crimen.
El expediente describe en las declaraciones de otra de las jóvenes, Ivonne Michelle Durán, Yanibé Sarmiento y Amael Acosta que Márquez sufrió una crisis, casi como un "exorcismo". Estos dos últimos trataron de controlarla.
Amael narró cómo Yanibé Sarmiento lo llamó, él estaba acostado en la cama de la habitación al momento en que Yanibé vio, desde el cuarto, a Vanessa levantarse del sofá ubicado en la salita e ir hacia el balcón que tenía una baranda de hierro. Acosta se asomó, Vanessa estaba de espalda al vacío y trató de hablar con ella. Al preguntar Yanibe, mientras la perdía de vista, qué había ocurrido, Amael sólo atinó a decir: "Esa man se tiró!".
Las cámaras de video sólo registraron las salidas de todos los que participaron en la fiesta del 4 de marzo, pero nunca se vio salir a Márquez. Las pertenencias de Vanessa fueron encontradas en un basurero en San Francisco.


DUDA
Guillermina McDonald está consciente de que cinco años después quedó la duda que ha afectado a toda la gente involucrada y sobre todo a la víctima. Sostiene que Acosta, cuando se acercó a la PTJ, quiso que la familia de Vanessa supiera que no fue un atropello.

"La persona que limpió el cuarto dijo en la declaración jurada que no había rastros de lucha, la habitación fue analizada con luminol y no hubo rastros de sangre", explicó McDonald.

La abogada describió que otro error de Medicina Legal estuvo en que no se tomaron medidas de las uñas de la difunta ni de los sospechosos.

Según la defensora, Amael Acosta apareció en la PTJ dos días después de la precipitación de Vanessa, y los detectives dijeron que no le vieron lesiones en la cara y brazos.

El 14 de mayo de 2006, el Segundo Tribunal de Justicia determinó el sobreseimiento provisional para Amael Acosta y Yanibe Sarmiento por falta de pruebas que no se pudieron acreditar en el proceso.

Al mismo tiempo fue negada la solicitud para que fuesen investigados por encubrimiento, Isaac Zebede, Humberto Iglesias, Eric Britton y José Sarría, los hombres que acompañaron a Amael Acosta en la fiesta del 4 de marzo de 2005. Acosta fue liberado.

El 25 de marzo de 2008, al ser resuelta una apelación de la parte querellante para acreditar la participación de Acosta y Sarmiento en un posible crimen, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, confirmó la decisión del Segundo Tribunal, que ordenaba el sobreseimiento provisional para los dos únicos imputados.

El 4 de marzo de 2010 se cumplieron 5 años del deceso de Vanessa Márquez, el cual no pudo ser resuelto por falta de pruebas que acreditaran un asesinato.

A Juan David Correa Fernández, acusado y penado de ser la persona que entregó droga en las habitaciones del Hotel se le concedió en el 2010, rebaja de pena de 40 meses (3 años y 4 meses) a la pena impuesta por la comisión de delitos comunes.

Correa Fernández fue señalado por dos testigos presentes en la fiesta, realizada en dos habitaciones, como la persona que entregó los estupefacientes, incluso la Fiscalía allanó su residencia y encontró cocaína y marihuana.

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