Sucesos - 03/5/19 - 01:45 AM

Ventura salió de la cárcel como Pedro por su casa

Ventura dijo todo lo que quiso ante el Tribunal de Juicio Oral

 

Por: Jean Díaz [email protected] -

 
El desahogo probatorio de la defensa técnica culminó con el testimonio del propio Gilberto Ventura Ceballos, principal acusado por su evasión del centro penitenciario La Joyita, el 28 de diciembre de 2016.
Durante más de tres horas (3:15 p.m. a 7:00 p.m.), Ventura dijo todo lo que quiso ante el Tribunal de Juicio Oral, en ocasiones quería manifestar temas de otros procesos que tiene en su contra, pero la juez presidenta, María De Lourdes Ortiz, le recalbaba que debía manifestarse o referirse solo a los hechos investigados en dicha causa.
Ventura no titubeaba en sus palabras y como si fuera un litigante más, narraba lo que supuestamente sucedió el día de la fuga.
Cabe resaltar que su versión fue sumamente distinta a la de las personas que ya habían declarado ante el Tribunal, las cuales fueron presentadas como testigos del Ministerio Público (MP).
A su juicio, el 95% de los testigos de la Fiscalía contra la Delincuencia Organizada y la de las demás partes habían mentido.
 
¿Quién le propuso fugarse?
Según Ventura, con la única persona que hizo trato para evadirse del penal fue con la abogada Yeliseth Machado, quien le había preguntado que si él no quería estar libre.
Y que no era por la vía legal o judicial, sino que ella tenía la facilidad de cómo sacarlo de ahí, saliendo por la puerta sin problema alguno
Ventura se consideraba como un "sol" dentro de La Joyita, ya que todos los reclusos tenían que ver con él, al igual que los custodios, por eso le preocupaba su integridad física para salir del penal.
Tal era el caso, que una unidad de la DIP lo vigilaba a lo lejos.
Ventura puso de excusa su salida del penal por la supuesta presión que estaba pasando por las amenazas de muerte que no sabía de dónde venían y el encierro humano en el que estaba.
 
Le pidió $1,500
Aunque Machado ya le había fallado con un dinero a Ventura, este le dio $1,500 que ella le solicitó que le diera para ir agilizando lo de la fuga.
Quiso salvar a los demás
Aunque en el escrito de acusación del MP se sustenta el delito de evasión y asociación ilícita para delinquir, Ventura insistió en que con la única persona que hizo trato fue con Machado y ella con otras personas, que no hubo concierto de delitos ni asociación.
Con un gráfico quiso ilustrar su planteamiento.
 
¿Qué pasó el día de su fuga?
Ventura expresó que el día 28 de diciembre de 2016 ocurrieron sucesos adversos.
Cuando ya Machado tenía armado su plan, no lo sacaba ella, sino Angie. Aunque después Ventura dijo que solo recibía visita de una abogada, Machado.
Antes de la fuga fue a visitarlo y le indicó que el miércoles (28 de diciembre) ya tenía todo coordinado para la evasión que se daría en el cambio de turno.
Aunque en declaraciones anteriores se dejó claro que todas las directricez emanaban deVentura, este quiso marear al Tribunal al señalar que Machado nunca le dijo de lo que pretendía hacer,  ni en dónde entraría a cambiarse.
 
Dibujó para decir cómo salió
Mediante un dibujo plasmó lo que sucedió el día de su fuga, dijo que después de haber salido del pabellón 7, pasó a la oficina de la DIP para ser revisado nuevamente. En la mesa del susbteniente Cedeño lo habían requisado.
Angie estaba dentro del rancho de visita, ahí lo entregó el teniente Flores al cabo Pérez.
Le preguntó a Angie por Machado y ella le dijo que estaba en una audiencia y que ya venía.
Se fue a la Oficina Judicial a sacar unas copias, llevaba puesto un suéter amarillo y un folder en sus manos. Entró a este punto, Pérez, quien lo custodiaba se quedó frente a la puerta.
Ventura entró y volvió a salir, Pérez seguía escoltándolo, llegó nuevamente donde Angie y le dijo que necesitaba que le quitaran las esposas y esta se lo pide al agente policial.
Aproximadamente a las 2:00 p.m. entró nuevamente a la Judicial, en ese entonces ya había llegado Machado quien estaba reunida con Angie.
Machado se paró y se fue a la oficina de la Subdirección General de la cárcel, él se movió a la Judicial, sale y la sigue hasta los teléfonos públicos, hace como si va a hacer una llamada, le pasa al lado a Machado y se va hasta la Subdirección.
 
Salió como Pedro por su casa
Aunque ninguna de las personas que atestiguaron durante los ocho días del juicio oral habían dado certeza del lugar por dónde se fugó Ventura, este dijo que al salir de la Subdirección, se paró en la puerta de control 2 para que la unidad le abriera el portón, salió y se ubicó en la zona de estacionamientos donde estaba el auto Hyundai Accent de color rojo con matrícula 889324, donde se subió, pero después del puente conocido como la Biblia el vehículo se dañó.
En la Subdirección se quitó el suéter amarillo con que salió de la celda, solo estaba con Machado.
Dijo que estando afuera no llamó a nadie y no era por desvincular a alguna persona.
Cabe resaltar que los informes periciales señalaban que el número que presuntamente utilizaba Ventura, marcó tres activaciones de antenas georeferenciadas, en El Chorrillo, Cinta Costera y la 5 de Mayo, luego de la fuga.
A las 6:10 p.m. terminó de exponer al Tribunal.
 
Sorprendió al público
En medio de su exposición, Ventura se puso de pies y se dirigió al tablero donde había hecho un gráfico, mientras explicaba su dibujo, dijo que diría cómo había sido su salida de la prisión.
Pretendió caminar hacia una de las dos puertas traseras del salón de audiencias #2, que están a un costado en la parte trasera del Tribunal. El público y hasta sus custodios se sorprendieron.
La juez Ortiz le llamó la atención y le dijo que regresara a su lugar que él no había visto que nadie intentara salir de la audiencia. Ventura pidió disculpas y volvió a su lugar.
En la entrada delantera del salón habían dos unidades de las Fuerzas Especiales y se miraron uno al otro, uno de ellos le hizo seña al subteniente que custodia a Ventura que se le acercara, este dio unos pasos y se paró en la entrada de la puerta por donde pretendía salir Ventura.
El público murmuraba entre sí, "se quería ir, se iba a fugar", señalaban.
 
¿Cómo conoció a Machado?
Ventura Ceballos reconoció tal cual lo había declarado anteriormente Yeliseth Machado, que la conoció a través de su compañero de celda en ese entonces, el privado de libertad Frank Luzer Pardo.
Se encontraban en una celda para dos personas, pero habían hasta cinco reclusos.
En la celda #4 estaban los privados Ventura, Luzer Pardo y Guilber Gómez.
Iba a costear la defensa de uno de sus compañeros de celda
Gómez se mantenía pagando condena desde menor de edad, carecía de recursos para pagar un abogado y desconocía si la sanción impuesta había terminado o no.
Según Ventura por procurar ser algo humanitario se ofreció a costearle los gastos de representación legal. Como solo habían tres privados, todo lo que hablaban entre uno y otro lo escuchaba el tercero.
Luzer Pardo escuchó su propuesta y le dijo que tenía una abogada que podía ayudarlos.
Luzer habló con su abogada, era Yeliseth Machado, ella le dijo que cuando iría a visitarlo aprovecharía para solicitar a Ventura.
La primera vez que se reunió con Machado fue en el rancho de visitas.
Ese día el teniente Luis Jaramillo fue quien le correspondió darle visitas, lo sacó esposado solo de manos y con gorra.
El dominicano sostuvo que lo sacaron con gorra porque en el área de la pasarela, desde allí se camina de la oficina de la DIP para el rancho de visitas, estaba muy cercano al pabellón #6 y ahí se habían dado incidentes anteriores donde se intentaban asesinar a los privados de libertad del pabellón 7. Les arrojaban balas desde el pabellón 6, ubicado a un costado de la pasarela.
Cabe resaltar que de esa manera no estaba permitido sacar a los reos de alto perfil del pabellón 7, con gorras y sin geilletes en los pies.
Ventura considera que la definición de "reo de alto perfil" es creada por el morbo de los medios de comunicación y por las autoridades incompetentes. Aunque siempre han sido referidos de esa manera.
 
Entró en comunicación con Machado por Guilber
Ante la solicitud de Ventura hacia Machado, la jurista le dijo que iba a revisar el expediente y luego podría decirle cuánto le cobraría.
Por la primera entrevista le indicó que ella solía cobrar $150, él le manifestó que si asumía la defensa de Guilber le pagaría la suma solicitada, pero si la rechazaba no la cancelaría.
 
Tuvieron dos o tres reuniones y no había respuesta
Ventura insistió en que Machado se demoró en darle respuesta y Guilber se molestó ante la falta de respuesta. Le dijo una frase a Luzer Pardo y él (Ventura), determinó que no lo ayudaría.
Gómez tenía una actitud negativa que hizo retirar la ayuda que le daría Ventura.
Machado intentó en una visita darle una respuesta, luego de haber analizado su propuesta, pero ya el trato no iba nada.
 
Fueron socios
Ventura volvió a requerir la ayuda de Machado, le pidió su ayuda para tramitar la impresión de un libro.
El texto se llamaba "Xenofobia en Panamá", según Ventura. Aunque en la declaración Machado señaló que se llamaba "El lente de la verdad", narraba lo acontecido en el secuestro y homicidio de cinco jóvenes de ascendencia asiática.
Machado le dijo a Ventura que quería leer el libro antes de acceder a su solicitud.
Él le dio instrucciones de que consiguiera una imprenta, un distribuidor y ella cobraría el dinero a las empresas que distribuyeran el libro.
Desde el teléfono público de la Oficina Judicial, realizó una llamada a una persona para que coordinara la entrega del libro que estaba en un USB.
Cinco o seis días después, Machado se presentó a la cárcel y lo solicitó en la visita. Él le dijo a una persona que le entregara $200 como viáticos.
Ella le indicó que no podía servirle solo como socia de las ventas del libro y él le respondió que "si estaba dispuesta a invertir en la impresión del libro".
 
¿Tiene mucho dinero?
Ventura dejó claro que nunca le ha interesado el dinero, que podría mencionar cuánto se había gastado en ese proceso y no se lo iban a creer, alegando que el dinero no le hacía falta.
 
Ganancias divididas
Machado en su declaración dijo que alcanzaron un trato de 50-50 en las ganancias y eso había sido aceptado por su socio, pero Ventura adujo que le indicó que no podría ofrecerle eso, sino 30-70 y al final quedaron en 40-60.
Este libro narraba las supuestas irregularidades que se dieron en el proceso por el secuestro y homicidio de cinco jóvenes de ascendencia asiatica, hechos ocurridos entre los años 2010 y 2011 en El Trapichito de La Chorrera.
Luzer Pardo también tenía un libro y Machado se lo había tramitado por lo que iría a la imprenta donde ya había hecho los trámites para avanzar con el de Ventura.
 
Iban a imprimir 10 mil copias
En una visita acordaron que imprimirían 10 mil copias del libro porque salían en $2.96 la copia y la distribuidora le dijo que podía colocar 30 mil copias, pero no quiso arriesgarse.
 
Le entregó $14 mil a Machado
Sin revelar su identidad, Ventura hizo énfasis en que habló con una persona para que le entregara $14 mil a Machado, no supo cuándo ni cómo lo recibió.
En su testimonio Machado sostuvo que eran cerca de $10 mil que habían en un sobre sellado, que ella nunca abrió, pero que se los entregó a Angie, quien le dijo cuánto era y para qué era.
Lo volvió a visitar, los encuentros eran físicamente o hablaban por el teléfono público, dijo Ventura.
La imprenta dio un plazo de 40 a 45 días para que le entregaran los datos del libro para la impresión. Entre 30 y 35 días entregarían la mitad de las copias, pero debían cancelar la mitad del costo.
En las últimas visitas de Machado a Ventura no hubo pago de honorarios.
Bajaron la cantidad de ejemplares
Los socios consideraron que las 10 mil copias eran muchas, lo viable era hacer una pequeña impresión para continuar con las demás.
Trataban de cuidar la inversión.
Como adelantó Machado pagó $1,400 por las unidades del libro. Pagó el 50% de la cantidad solicitada.
Imprimirían dos mil 500 copias para repartirlas gratuitamente en el Colegio Nacional de Abogados y en algunas oficinas públicas.
Machado nunca iba a visitarlo directamente a él, aprovechaba la diligencia con otros reclusos.
No se imprimió el libro
A la imprenta donde se imprimirían los libros se le dañó una pieza y no se pudo concretar la tarea. Le dijeron que debía esperar dos meses para conseguir la pieza o retirar el dinero, ella fue en busca de lo desembolsado.
Se alejó de Ventura
Una vez fue a buscar el dinero dejó de visitar a Ventura y a Luzer Pardo.
Entre 10 y 12 días sacó a Luzer Pardo en una visita, pero no lo sacó a él (Ventura).
Ventura dijo que Luzer Pardo le indicó que Machado lo había ido a visitar, pero le pidió que no le dijera que había ido a verlo, pero él no podía mentirle por ser su compañero de celda.
Se le gastó sus $1,400
Luego de unos días de ausencia, fue a visitarlo y le dijo que tenía que realizarse dos o tres estudios médicos que le costaban $375 por cada sesión en una clínica privada y que había estado recluida en el Hospital Aquilino Tejeira en Penonomé.
Le habló de sus problemas, que era una madre soltera, que la casa la tenía hipotecada, tenía muchos gastos y se había gastado su dinero.
Su solicitud era que el libro lo publicaran antes del juicio por el caso de La Chorrera para que tuviera algún impacto.
"A mí me interesaba que el libro se imprimiera, no el dinero", sostuvo.
¿Quién tuvo la idea de la conyugal?
Según Ventura, Machado lo siguió visitando y fue ella quien le propuso hacer una visita conyugal, pero él le dijo que como su novia no era panameña le saldría muy caro costear los pasajes y demás y que su preocupación era más por su situación jurídica.
Ella le dijo que no era necesario tramitarla por la vía legal, pero él le dejó claro que no tenía interés en una conyugal.
Machado, el pasado miércoles 24 de abril, juró ante el Tribunal de Juicio Oral que Ventura le había propuesto le coordinara una visita conyugal clandestina para poder utilizar ese mecanismo para evadirse del penal.
¿Cómo conoció a Angie Smith?
En medio de una de las visitas de abogado, Machado llegó con una mujer descrita por Ventura como gruesa, cabello no muy largo, lacio y piel clara, se la presentó a Ventura como "amiga y litigante".
Ese día de visita también estuvo esposado solo de manos, y lo sacó el teniente Jaramillo, quien conversó con Smith, ya que se conocían de Río Hato.
 
 
Buscaban una química
Angie se quedó conversado con Ventura y Machado se fue a la Oficina Judicial, con la intención de que ambos tuvieran una posible química para concretar la conyugal. Machado buscaba una vía para subsanar la deuda.
Ventura dijo que al hablar con Angie casi termina llorando, porque terminó hablándole de su vida personal, problemas económicos y demás.
Fue así que perdió cualquier interés o atracción y procuraba que no llorara porque "yo como hombre no puedo ver a una mujer llorando".
A su juicio, no se trató tema de conyugal, ni fuga, ni nada ilícito.

Ventura negó usar dentro de la cárcel un celular
Aunque el perito Ameth Ariel Martínez, de la Unidad de Análisis y Difusión de la Dirección de Investigación Judicial, identificó la línea telefónica 6700-3066 como perteneciente a Ventura, este recalcó que la condición de la celda donde estaba en el pabellón 7 de máxima seguridad le impedía poder utilizar algún aparato de comunicación.
Alegó que en el pabellón hay un teléfono público que se podía utilizar con tarjetas Tele Chip o con monedas, el cual era utilizado en algunos momentos por él cuando le abrían la puerta para que se abastecieran de agua potable en la celda.
Nunca lo sacaban engrilletado
El propio Ventura reconoció que nunca lo sacaron esposado de manos y pies, al menos que fuera para la clínica porque salía del perímetro de seguridad del penal. En el rancho de visitas solo lo esposaban en las manos.
Contra interrogatorio
Le correspondió al fiscal primero contra la Delincuencia Organizada, David Mendoza contra interrogar a Ventura, quien en algunas ocasiones se contra dijo en sus respuestas, otras prefería indicar que las desconocía o negar versiones declaradas por los testigos anteriores. Meditaba cada una de sus respuestas, se mostró inquieto antes de resolver varias interrogantes y también quiso cuestionar al fiscal, haciéndole preguntas también.
No fue temprano a la audiencia
Ventura no asistió en horas de la mañana al Sistema Penal Acusatorio (SPA), donde envió una nota señalando que tenía dolores de cabeza intensos y estrés producto de la tortura física y psicológica de la que estaba siendo víctima en el sector C de La Nueva Joya. Recalcaba que en 90 días no se le había permitido tener la hora diaria de patio ni hablar por el teléfono con sus familiares, no logrando tener visitas y demás.
Sin embargo, el lunes 22 de abril, cuando inició el juicio oral, Ventura envió un escrito para decir que no asistiría a la audiencia porque había coincidido con su visita familiar y no la perdería. En horas de la tarde fue al acto.
La juez presidente consideró que eran trámites meramente administrativos del Sistema Penitenciario y giró un oficio para que fuera evaluado en la clínica La Merced en el complejo penitenciario La Joya.
Una vez evaluado fue llevado al SPA donde la dirección de La Nueva Joya envió el informe de evaluación que detallaba que se le habían suministrados medicamentos inyectables y se le dio medicina para la presión arterial, se recomendó que se le tomara durante cinco días.
El Tribunal consideró que no tiene ingerencia más allá en el Sistema Penitenciario que resolver las causas que se le presentan.
En el octavo día de juicio oral fue concluida la fase de desahogo probatorio de ambas partes, falta por terminar el período de alegatos y las conclusiones.

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