Vida - 02/12/19 - 12:00 PM

¿Diabético? Evite que de Nochebuena pase a noche de urgencias

La cena de Navidad es uno de los momentos más esperados del año por muchos; sin embargo, el exquisito banquete puede ser un peligro para la salud, particularmente quienes tienen azúcar alta

 

Por: José María Torrijos Legazpi -

Tamal, arroz, pernil, pavo, plátano en tentación, rosca, ronponche, dulce de frutas... La cena de Navidad es uno de los momentos más esperados del año por muchos; sin embargo, el exquisito banquete puede ser un peligro para la salud. “La cena navideña panameña es rica en carbohidratos y en azúcares”, advierte la nutricionista Myrna Mencomo.

En Panamá, la diabetes es la quinta causa de muerte. El censo de salud realizado en 2018 por el Ministerio de Salud detectó que el 13% de la población tiene esta enfermedad crónica. La diabetes es el exceso de glucosa (azúcar) en la sangre y orina debido a problemas en la secreción de insulina, la hormona que procesa la glucosa. Los diabéticos deben controlar sus niveles de azúcar y evitar alimentos ricos en carbohidratos, otras formas de azúcar (refinada como natural), y grasas. La cena navideña está, por tanto, muy alejada de su alimentación ideal.

La nutricionista Mencomo hace un repaso de los platillos más recurrentes en la cena navideña del panameño: “¿De qué está compuesta la cena del panameño? En las carnes, más que todo, del jamón y el pavo. Algunos comen productos de mar, pero son muy pocos. ¿Qué comidas ricas en carbohidratos existen? El tamal, la ensalada de papa, el arroz, la rosca. La mayoría de las mesas navideñas no tienen ensalada (verde, de jardín). Las bebidas alcohólicas como la cerveza, el ronponche. También está el dulce de frutas o el bon. Es lo que más se ve en una mesa navideña.  Más del sesenta por ciento de la cena la conforman carbohidratos”.

Otro elemento que se debe tomar en cuenta es que, en una dieta balanceada, la cena debe ser baja en carbohidratos; sin embargo, como destaca la nutricionista, para la Navidad las personas colocan la mayor carga de carbohidratos para la cena, que muchas veces se consume a altas horas de la noche, lo cual dificulta las labores del cuerpo.

“Existe una gran presión social para consumir productos que, en algunas ocasiones son una tradición en las fiestas; pero que generan al diabético un mayor riesgo de entrar en problemas”, comenta el doctor Edgardo Gaitán, “el exceso de calorías y de azúcares pueden llevar al diabético a una descompensación con mucha facilidad”.

En el caso específico de los diabéticos, el doctor Gaitán añade: “Como los alimentos que se consumen en las festividades, no suelen usarse durante el resto del año, la persona no puede calibrar bien el efecto que tienen en su nivel de azúcar. Piensan que como es una vez al año no hace daño”. Para evitar estos errores de “calibración” de los que habla Gaitán, el médico insiste en que los pacientes, para estas fechas aumenten el número de ocasiones en que se realizan las mediciones de glucosa.


ALTERNATIVAS

La cena navideña no es un callejón sin salida, alternativas hay, advierten ambos profesionales de la salud. Si se planifica bien el menú, un diabético puede pasar por la cena de Navidad sin grandes privaciones ni percances .

Por ejemplo, comenta Myriam Mencomo: “El jamón se puede hervir, se le retira la grasa, y después se hornea nuevamente para que el diabético pueda comer su pedazo de jamón. Si le gusta el tamal, coma solo un tamal como alternativa; pero que sea de pollo, no de cerdo. Si le gusta el arroz con guandú o con pollo, trate de no extralimitarse. El problema es que la gente repite y triplica o cuadruplica la cantidad que le corresponde para la cena. Todo lo que se cuidó esa persona durante el año, lo va a descompensar durante la Navidad”, lamenta.

Edgardo Gaitán aboga por la planificación: “Lo importante es pensar en una planificación de lo que se consumirá durante las fiestas. Entre menos se altere el plan de alimentación y de actividad física, menos posibilidad tiene de sufrir algún sobresalto”.

El médico indica, además, que el paciente -si bien es el primer responsable- debe tener la colaboración de su entorno para hacer más llevadera la festividad. “La familia entera tiene que adaptarse. Siempre decimos que la Navidad es una fiesta familiar, entonces, la familia como unidad debe adaptarse y hacer cambios para preservar la salud de la persona diabética y, a la vez, integrarlo. Eso significa una mejor elección de comidas y bebidas”.

Con respecto al alcohol, el médico aconseja que el consumo de alcohol sea cero. Sin embargo, Gaitán está consciente de que vivimos en un mundo imperfecto y hace la salvedad: “A veces, por la presión social, podemos aceptar que se tome una pequeña copa de algún licor, siempre y cuando no se vuelva habitual”.  

EL DAÑO

¿Qué pasa si el paciente no siguió consejo y todo se sale de control?

Ante una subida de azúcar, es poco lo que puede hacerse. A veces es tan violenta e intensa, que llevará a las personas a los cuartos de urgencia directamente y a ser tratados con dosis de insulina”, advierte Gaitán.

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