Vida - 18/1/20 - 03:15 PM

La adaptabilidad del coyote, clave para conquistar América

En los últimos 60 años este animal ha podido ampliar su distribución y empezó a migrar al sur llegando hasta Panamá y durante la última década cruzó el canal de Panamá.

 

Por: San José / EFE -

La adaptabilidad y plasticidad de los coyotes (Canis latrans) ha sido la clave de este solitario e ignorado depredador para conquistar cada vez más el territorio americano.
 
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Sus características de oportunista y mesodepredador (se alimenta de animales más pequeños), que se adapta a casi cualquier hábitat, le ha permitido desarrollar una resistencia más amplia al cambio climático, así como a la actividad humana. Esto también le ha favorecido al disminuir las poblaciones de sus depredadores.

"Es un animal tremendamente incomprendido y muy adaptable a todas las condiciones. Ellos se abrieron a la evolución, han desarrollado herramientas para sobrevivir y aprendieron a adaptarse, pueden subsistir porque comen de todo y saben trasladarse, de un sitio a otro", explicó a Efe el administrador de la Reserva los Coyotes, Rodolfo Salgado.

Los expertos aseguran que tienen una gran inteligencia, superior a muchos animales que habitan en el territorio costarricense. Sin embargo, han sido ignorados y desvalorizados por el hombre durante muchos años porque no son parte de una fauna llamativa turísticamente, como sí lo han sido la guacamaya o el tapir.

SU HÁBITAT

En Costa Rica, los coyotes han moldeado sus características de acuerdo al hábitat y han extendido su resistencia a casi cualquier zona, aunque su espacio preferido es el páramo.

Pueden estar deambulando entre la neblina y el frío de las zonas altas -donde un equipo de Efe ha mapeado la zona y ha estado realizando fotografías sobre este animal, que es difícil de observar- o el extremo del calor en las zonas bajas, donde caminan y sobreviven al lado del ser humano.

Cumplen con algunos parentescos lobunos, como su pelaje y el hocico, tienden a ser solitarios en ocasiones en su etapa adulta y las manadas son compuestas por varios miembros juveniles y comandadas por coyotes alfas.

Además, su fácil reproducción y nutrición variada -desde pájaros, reptiles, ratones, conejos, huevos, frutas, insectos, hasta basura- les ha permitido adentrarse cada vez más en la región.

Su papel es fundamental en el entorno porque brinda equilibrio en el ecosistema, tiene el rol de un cazador, además de ser un auténtico dispersor de semillas ya que consumen muchos frutos.

En Guanacaste (Pacífico norte), por ejemplo, los coyotes tienen menos pelaje para hacer frente a los 32 grados celsius de temperatura que alcanza la provincia, además son más delgados y aprovechan estar cerca de las zonas urbanas para alimentarse de los desechos.

Mientras que los que viven en áreas más montañosas, como las faldas de los volcanes, son más robustos, con mayor cantidad de pelaje para protegerse de las bajas temperaturas- que pueden llegar hasta los cero grados celsius- y se dedican a cazar mamíferos más pequeños que ellos.

EXPANSIÓN EN AMÉRICA

La historia indica que los coyotes iban desde Canadá hasta el norte de Costa Rica. Sin embargo, aproximadamente en los últimos 60 años el coyote ha podido ampliar su distribución y empezó a migrar al sur llegando hasta Panamá y durante la última década cruzó el canal de Panamá.

Datos revelados en informes han identificado que los coyotes aprovechan la deforestación, las zonas agrícolas, el uso del suelo, y - pese a que no existe una investigación científica - los caminos creados por narcotraficantes en la región para continuar conquistando más territorios de América.

Los expertos han indicado que en Colombia ya existe una preocupación de que el coyote llegue a cruzar el Darién- la espesa e inhóspita selva que sirve de frontera natural entre Panamá y Colombia- para seguir su expansión a América del Sur donde puede competir con especies nativos.

"El coyote ya está ahí y va a pasar, ellos son tan oportunistas que han identificado que existen senderos que usan los narcotraficantes, y no me extraña que usan los mismos senderos que narcos para pasar a Colombia. Puedo predecir que en los próximos cinco años eso va a pasar", explicó a Efe el ecólogo y biólogo evolutivo, el costarricense Kevin Lloyd.

Debido a esa expansión, los expertos consideran que los coyotes pueden ser una especie invasora y llegar a competir por los mismos recursos que otras especies que ya tienen su nicho.

POCO ESTUDIADOS

Al ser una especie menos carismática, los coyotes han sido poco estudiados en la región. La gran mayoría de las investigaciones científicas se han centrado en conocer de fondo al puma, el jaguar, el lobo, el manigordo, entre otros, mientras que escasean datos de la ecología del coyote desde el sur de México hasta Costa Rica.

"Desde una perspectiva global, la mayoría de los humanos nunca tendrán la fortuna de observar un coyote debido al rango geográfico bastante limitado del animal (solo se encuentran en América). En esto, el coyote difiere de muchos otros depredadores caninos, como el zorro y el lobo, que están ampliamente distribuidos en muchos continentes", explicó en su libro "Comprendiendo a los Coyotes" el investigador estadounidense Michel Huff.

Entre algunos de los datos descubiertos hasta el momento se encuentra que en promedio los coyotes recorren entre 2 y 5 kilómetros por día, pero pueden llegar a recorrer hasta 40 kilómetros lo que ha ayudado a su expansión.

Según los especialistas, estudiar el coyote en Costa Rica ayuda a rellenar información sobre especies menores que forman un rol fundamental sobre la salud y funcionalidad en las dinámicas de las redes tróficas en el bosque seco tropical y el Corredor Seco Centroamericano.

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