Volar como una ardilla ya es posible con el primer traje alado eléctrico
Una firma alemana ha desarrollado un traje con alas a propulsión eléctrica, que permite a una persona volar a 300 kilómetros por hora como un ‘jet humano’.
Hasta ahora, los intrépidos intentos humanos de volar utilizando trajes con alas artificiales que comenzaron a hacerse populares y captar la atención de la gente en el cambio de milenio, se asemejaban al vuelo de las ardillas voladoras, medio cayendo y medio deslizándose por el aire, aprovechando a fuerza de gravedad para acelerar y básicamente en dirección hacia abajo.
Pero estas limitaciones han quedado atrás con el primer vuelo mediante un traje aéreo con alas y propulsión eléctrica que permite, no solo volar ganando altitud, sino también a altas velocidades, durante más tiempo y con un mejor planeo, como un pequeño avión turborreactor, en lo que algunos consideran como “el amanecer de un nuevo deporte extremo”.
El sistema de propulsión eléctrica y el traje con alas se desarrollaron mediante una cooperación entre las firmas BMW i, la rama de BMW especializada en vehículos enchufables, y Designworks, el estudio de diseño creativo global subsidiario de BMW.
El vuelo inaugural de este nuevo vehículo aéreo individual lo efectuó el saltador de base y paracaidista profesional austriaco Peter Salzmann, quien también participó en el diseño de este sistema.
Los avances en materia de motor eléctrico, electrónica de potencia, tecnología de carga, las baterías de alto voltaje y cero emisiones de CO2, aplicados a la gama de coche eléctricos de BMW iniciada en 2013 con el modelo BMW i3 y cuyo último exponente es el recientemente lanzado BMW iX3, se han utilizado ahora de una manera completamente innovadora.
El resultado ha sido un módulo de almacenamiento de energía, conducción y propulsión, muy potente, compacto y ligero que el piloto lleva adosado firmemente a su pecho, permitiéndole una experiencia de vuelo única con su traje aéreo electrificado.
Esta unidad motriz del ‘Electrified Wingsuit’o E-Wingsuit (traje aéreo electrificado) comprende dos hélices impulsoras de carbono revestidas y capaces de girar a unas 25.000 revoluciones por minuto (rpm), con una potencia de 7,5 kilovatios (kW) cada una y una potencia total de 15 kW, la cual está disponible para aproximadamente 5 minutos de vuelo, según BMW i.
Técnicamente denominada “unidad de vuelo”, tiene su estructura de aluminio y dos hélices, cada una de alrededor de 13 centímetros de diámetro, que se asemeja a un minisubmarino futurista. Obtiene su electricidad de una batería de litio de 50 V, pesa alrededor de 12 kilogramos y se fija al peto del piloto por medio de un sistema de bisagra.
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— Diario Critica.Pa (@criticaenlinea) January 7, 2021
EL AMANECER DE UN NUEVO DEPORTE EXTREMO.
Desde que surgió la idea de crear un traje de alas con impulso eléctrico adicional hasta el vuelo inaugural de este nuevo tipo de vehículo en los Alpes austríacos, han pasado tres años, durante los cuales sus desarrolladores trabajaron conjuntamente en los detalles del traje y del sistema de propulsión eléctrica de doble hélice, que incluye una unidad de almacenamiento de energía.
El proyecto del E-Wingsuit de BMW i lo impulsó la aspiración de Peter Salzmann de llevar a un nuevo nivel el deporte extremo del ‘Wingsuit flying’, es decir el vuelo en caía libre, utilizando un traje con membranas que unen sus brazos al tronco y las piernas.
El austriaco de 33 años es instructor de paracaidismo y también ha hecho del salto base, el deporte de saltar al vacío desde objetos fijos, como edificios, grúas, puentes o acantilados para aterrizar usando un paracaídas. Su repertorio incluye acrobacias en películas y apariciones en espectáculos.
Al saltar desde grandes elevaciones del terreno o desde un avión, Salzmann utiliza la capa textil de su traje de alas como si fuera un parapente, lo cual le posibilita generar un movimiento de vuelo horizontal a partir de la velocidad de caída y del flujo del aire.
Los paracaidistas con traje de alas pueden conseguir hasta tres metros de vuelo horizontal con cada metro de descenso y alcanzar velocidades de más de 100 kilómetros por hora (km / h) según Salzmann.
“El objetivo de la propulsión eléctrica es aumentar el rendimiento del traje de alas para lograr un mejor vuelo de planeo constante, permitiendo cubrir distancias más largas y, una vez activada, el piloto experimenta una aceleración inmediata, que le permite volar a más de 300 km / h”, explica Salzmann.
COMO UN TURBOREACTOR HUMANO.
Para el vuelo inaugural con el E-Wingsuit de BMW i, Salzmann voló en helicóptero junto con otros dos pilotos de equipados con el mismo sistema sobre las cimas de las montañas de su tierra natal en Austria.
Inmediatamente después de saltar, los tres pilotos volaron en formación en dirección a un macizo montañoso de Drei Brüder o "Tres hermanos", que a continuación sobrevolaron de manera espectacular. (https://youtu.be/iQLLuEHTwJo).
Con la ayuda del propulsor eléctrico, Salzmann aceleró más rápido que sus dos colegas y así pudo cruzar la cima en un vuelo empinado y, después de volar dando una curva más, se encontró con los otros dos pilotos que habían volado en planeo alrededor de la misma montaña.
Finalmente, los tres pilotos de traje de alas abrieron sus paracaídas y aterrizaron en el destino acordado.
Tras el exitoso estreno, continúa el desarrollo del primer traje de alas del mundo con propulsión eléctrica, una tecnología que para el austriaco “marcará el futuro , no solo en la carretera sino también en el aire, y cuyas posibilidades nunca antes soñadas, han sido demostrada con el proyecto Electrified Wingsuit”.
Por Daniel Galilea.