El Barcelona se chorrea ante el Granada
El día que el Barcelona tenía que ponerse líder jugó con siete canteranos.
El día que el Barcelona tenía señalado en rojo para convertirse en nuevo líder de LaLiga falló y echó por tierra su trayectoria ante el Granada, que con dos zarpazos en la segunda mitad le dio la vuelta al partido (1-2) y puso patas arriba LaLiga.
El Granada hizo historia y ganó por primera vez en el feudo azulgrana en 26 partidos, un nuevo golpe de teatro de un campeonato que parece no tener dueño y muchas alternativas.
Y ahora los de Ronald Koeman, que se las prometían muy felices tras su gran trayectoria en esta segunda vuelta, ya no dependen de sí mismos y tendrán que volver a remar.
Se adelantó el equipo azulgrana en el primer tiempo y parecía tenerlo todo hecho frente a un rival muy reservón, pero el Barcelona se confió. Falló Mingueza en el 1-1 de Machís y la pareja de centrales en el 1-2 de Jorge Molina, en los dos únicos remates a puerta de los andaluces ante la meta de Ter Stegen.
El día que el Barcelona tenía que ponerse líder jugó con siete canteranos. Ilaix Moriba sustituyó a Pedri, Sergi Roberto a Dest; y Umtiti entró por Lenglet, pero Koeman no cambió el dibujo, ni tan siquiera reservó a los cuatro apercibidos por sanción, porque considera que todos los partidos tienen su importancia cuando queda tan poco.
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Y es que el técnico holandés es el responsable del milagro azulgrana, bueno él y Leo Messi que está en un momento de forma excepcional, seguramente el mejor de los últimos años y llega al momento de la verdad en una gran condición física y mental, al menos hasta hoy.
Koeman no leyó bien el partido. Su equipo necesitaba ensanchar el campo y se colapsó por el centro y eso que apareció Leo Messi al rescate, en una acción en la que Antoine Griezmann fue el colaborador necesario.
Fue el francés protagonista en el 0-1, suya fue la asistencia a Messi que abrió el marcador. Giró el francés dentro del área y sirvió al diez del Barça, que remató al palo largo, lejos de Aarón.
Pero le costó mucho a los azulgrana. El Granada jugó muy atrás, acumuló muchos jugadores cerca de Aarón y los de Koeman no tenían espacio ni conexiones.
Un remate de Alba (min. 9), otro de Griezmann (min. 19), un uno-contra-uno de Messi (min. 36), resuelto por Aarón, y un cabezazo de Umtiti (min. 37) fue lo que dio de sí el Barcelona en ataque en el primer tiempo; el Granada tuvo una contra de Soldado, en el 40, como principal acción.
Los andaluces, que no habían rematado a puerta, empataron en el 63, por medio de Darwin Machís. Un buen pase entre líneas de Jorge Molina, un mal despeje de Mingueza y la imposibilidad de Sergi Roberto de rectificar fue la cadena necesaria de acciones que permitió al venezolano igualar el partido (1-1, min. 63).
Koeman fue expulsado en el 66 y pasó a dirigir a su equipo desde el palco y a base de notas de voz por móvil. Desde ahí arriba, el holandés lo vio más claro y se dio cuenta de lo evidente, de que su equipo necesitaba abrir el campo, y, a dieciocho minutos del final, puso en juego a Dembélé y a Pedri y una defensa de cuatro.
Pese al dominio absoluto del Barça, el Granada dio un nuevo zarpazo. Un centro desde la derecha de Adrián Marín y un remate de cabeza de Roberto Molina en el 79 para el 1-2 y poner la Liga patas arriba.
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Y así se fraguó el reset de los azulgrana, que tiraron por la borda todo lo bueno que habían hecho desde que empezó 2021, el título copero, y los únicos tropiezos ante el Cádiz y el Real Madrid.
Y claro, el de esta noche, una derrota dolorosa e inesperada, que le impide depender de sí mismo para ser campeón y de tener que volver a mirar de nuevo hacia arriba.