El Barcelona vuelve a divertirse
Marcaron Raphinha, Joao Félix, Frenkie de Jong y Fermín.
Por una vez esta temporada, y ante uno de los equipos más pegajosos del torneo, el Barcelona se divirtió y vivió una tarde plácida para aferrarse a la Liga con una goleada sobre el Getafe (4-0) con la que se colocó a cinco puntos del líder en una jornada en la que el Atlético de Madrid naufragó en Almería (2-2) por culpa de la gran actuación del argentino Luka Romero.
Desde que Xavi Hernández anunció su salida del club azulgrana a final de curso, sus jugadores han ido de menos a más. Parece que el tortazo en Montjuic frente al Villarreal (3-5) ya es historia.
En total ha disputado seis partidos y, con algún sobresalto, parece que vuelve a funcionar. Sufrió para ganar 1-0 a Osasuna; ganó bien al Alavés (1-3); se dio otro resbalón monumental en Montjuic ante el Granada (3-3); ganó 1-2 de milagro al Celta con un penalti marcado por Lewandowski en el minuto 96; dejó vivo al Nápoles en la ida de los octavos de la Liga de Campeones (1-1); y a la sexta, por fin disfrutó de principio a fin para golear al Getafe.
De hecho, el Barcelona no ganaba por más de dos goles de diferencia desde el pasado 19 de septiembre, cuando superó 5-0 al Amberes. Durante 32 partidos oficiales, los hombres de Xavi fueron incapaces de establecer grandes diferencias contra rivales de todo tipo. Y, ante el Getafe, un equipo muy comprometido en defensa, se quitó el corsé y se desató para continuar con vida en la Liga.
Marcaron Raphinha, Joao Félix, Frenkie de Jong y Fermín. Aprovecharon la debilidad defensiva del Getafe, que arriesgó con una línea defensiva muy adelantada que hizo aguas. El equipo de Xavi aprovechó a la perfección la espalda de los zagueros azulones y desniveló la balanza con velocidad, verticalidad y buena ejecución. Por fin, Montjuic vivió una jornada tranquila y se divirtió. Sin duda, Barcelona lo necesitaba.
Luka Romero desconecta al Atlético
Y si había alguna duda de que el Atlético de Madrid aún podía ser un candidato al titulo, Luka Romero se encargó de despejarla. El jugador argentino, en su primera titularidad con el Almería, desconectó por completo al conjunto de Diego Simeone, que empató 2-2 para terminar a diez puntos del Real Madrid, que podría aumentar la renta hasta los trece si gana al Sevilla.
Esa distancia, salvo milagro, es absolutamente insalvable para el Atlético de Madrid. Y, además, la cuarta plaza peligra. Sólo tiene una renta de tres unidades sobre el Athletic a quien se enfrentará esta semana en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey. Todo peligra para los hombres de Simeone: el adiós a la Liga parece evidente y la imagen ofrecida ante el Inter y contra el Almería no invitan al optimismo en la Liga de Campeones y en la Copa.
En esta ocasión, días después de especular en San Siro ante el Inter con derrota (1-0), fue incapaz de ganar al único equipo de la Liga que aún no ha ganado ni un partido y que está desahuciado con sólo nueve puntos en el pozo de la tabla. El culpable del tropezón de los hombres de Simeone fue Luka Romero, que con dos golazos provocó otro pinchazo del conjunto rojiblanco.
Extrañamente suplente en todos los partidos desde que llegó procedente del Milan en el mercado de invierno, se sacó de la chistera dos zapatazos que anularon los tantos de Ángel Correa y Rodrigo De Paul. El primero, un latigazo desde fuera del área que sorprendió a Oblak en el acto inicial. El segundo, con el exterior del pie, asombró al público del Estadio de los Juegos Mediterráneos, que aunque sigue sin conocer el sabor de la victoria, por lo menos se fue satisfecho con la actuación de un equipo que volvió a retratar el irregular estado del Atlético de Madrid. Sobre todo fuera de casa, donde últimamente acostumbra a mostrar su imagen más rácana pese a que pudo llevarse la victoria con una ocasión clarísima al final que desperdició Morata.
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Nastasic rescata un punto para el Mallorca
En Mendizorroza, el Alavés y el Mallorca empataron 1-1 para repartirse un punto con el que ambos equipos se mantienen prácticamente igual en su pelea por alejarse del descenso. El conjunto vitoriano, más desahogado en la clasificación, tenía la opción de superar la barrera psicológica de los 30 puntos.
Y el balear, pendiente del partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey que disputará la próxima semana ante la Real Sociedad, arañó un punto insuficiente para tomar tierra de por medio respecto al Cádiz, club que marca el límite del descenso.
El Alavés, en su buen inicio de 2024 (sólo ha perdido ante el Barcelona en sus siete partidos de Liga), fue quien más rozó la victoria. Abrió el marcador el charrúa Carlos Benavídez, un jugador no habitual en el once de Luis García. Después de una gran asistencia de Luis Rioja, con un gran cabezazo en el minuto 76 marcó el que parecía ser un tanto con un valor de tres puntos.
Sin embargo, tal y como calificó en rueda de prensa Javier Aguirre, "los huevos" de sus jugadores y la aparición de Nastasic, devolvieron el empate al marcador. El jugador serbio se ha convertido en uno de los mejores fichajes de su equipo. Ante el Alavés frenó en seco a Samu Omorodion y en el minuto 88 subió el empate al marcador. Él y su compatriota Radonjic, el mejor en la primera parte, brillaron en un equipo que ya piensa en la Copa.