El experimento sale mal a Ancelotti, pero el Real Madrid avanza
A los futbolistas del conjunto blanco se les vio perdidos sobre el césped de un Santiago Bernabéu.
En uno de esos días que no están para probar, en una vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones con una corta ventaja de la ida ante el Leipzig (0-1), Carlo Ancelotti decidió experimentar, probar por primera vez esta temporada un esquema con cinco centrocampistas que le salió mal desde el primer minuto y que provocó los pitos, en repetidas ocasiones, de su afición, y que puso la eliminatoria en el alambre hasta los últimos instantes.
Para meter de inicio a Tchouaméni y Camavinga, en su posición en el centro del campo y no en la defensa, de central y lateral izquierdo, respectivamente, Ancelotti sacrificó al, por números, eslabón más débil del ataque madridista, Rodrygo Goes.
El brasileño vive inmerso en otra de sus malas rachas de cara a portería. Solo un gol en los últimos diez partidos de Liga ponían en entredicho su puesto. Sobre todo por la irrupción de Brahim Díaz, como ocurrió en la ida contra el Leipzig en la que marcó un golazo, pero finalmente fue por otra pieza en el centro del campo.
Volvió Nacho, que falló en el gol de Orban, dejándose ganar la partida fácilmente dentro del área, al centro de la zaga y Tchoauméni y Camavinga compartieron centro del campo acompañados de Toni Kroos, Fede Valverde y Jude Bellingham.
Este esquema dejaba a Vinícius Junior como único delantero del Real Madrid ante un equipo como el Leipzig que, por su forma de jugar y necesidad de remontar, dejaba espacios a la espalda de su defensa que en la primera parte no pudieron aprovechar los de Ancelotti.
Y es que a los futbolistas del conjunto blanco se les vio perdidos sobre el césped de un Santiago Bernabéu que no parecía vivir una de esas noches que tanto le gustan, de una eliminatoria de la Liga de Campeones. Ritmo bajo en el juego de los suyos, sin energía, como si de otro partido de menor entidad se tratase.
Ese desconcierto se trasladó a la posición de los jugadores del Real Madrid en ataque. Bellingham, actuando por momentos de falso ‘9’, estuvo perdido jugando de espaldas a la portería rival y no encarándola de frente, cómo más le gusta. Incluso, en el desorden, aparecía Dani Carvajal en posiciones de remate esperando un centro lateral que no le llegó y que, en caso de haberlo hecho, tampoco hubiese tenido muchas opciones de hacer bueno.
Un desorden que provocó pitos por parte de la afición madridista a sus jugadores. En el minuto 25, tras una mala salida de balón desde atrás, llegaron los primeros, que se repitieron en el 35 y, sobre todo, al descanso con 0-0 en el marcador y con la sensación de que el Leipzig había dejado pasar una gran oportunidad para meter el susto en el cuerpo.
Reaccionó, consciente de su error, Ancelotti al descanso e introdujo a Rodrygo al campo en lugar de Camavinga. Y, sin suponer una gran revolución en el guion de partido, sí le dio energía al ataque madridista y permitió a Bellingham retrasar su posición para hacer más daño.
El Real Madrid estaba a solo un gol de ver igualada una eliminatoria que parecía no ir con él. Vinícius, tras una gran asistencia de Bellingham, aprovechando los espacios de la defensa germana, dio aire al conjunto blanco en el minuto 65, pero por poco tiempo.
Solo tardó tres minutos el Leipzig en empatar a un Real Madrid al que el gol no le activó, se confió aún más y sufrió en los últimos minutos para mantener la inmaculada racha de Ancelotti en octavos con el conjunto blanco.
Cinco presencias en cuartos contando la de esta temporada. Y, además, en las cuatro anteriores llegó en todas a semifinales. Ancelotti, un seguro en eliminatorias de ‘Champions’ con el Real Madrid que este miércoles vivió en el alambre.