La carrera de leyenda de Roberto Durán
La vida y obra de Roberto Durán ha inspirado a cientos de jóvenes que, al igual que él, saben lo que es pasar hambre y frío.
¡Con una mirada paralizante y unos puños de plomo! Así recuerdan sus rivales a una leyenda de los cuadriláteros, que hasta el día de hoy es reconocido como uno de los mejores pugilistas de todos los tiempos, y por el que sin duda muchas gente apostaron con las mejores ofertas como las que podrás encontrar aquí.
Sin duda alguna, la vida y obra de Roberto Durán ha inspirado a cientos de jóvenes que, al igual que él, saben lo que es pasar hambre y frío, lo que es trabajar desde temprana edad para sacar a su familia adelante, y lo que representa el boxeo como una oportunidad para poder alcanzar la gloria.
El origen de la leyenda
Proveniente de una familia humilde, Roberto Durán nació en 1951 en el poblado de Guareré en Panamá, criado en los barrios bajos de El Chorrillo.
Con tan solo 5 años de edad aprendió que los verdaderos hombres son los que trabajan duro para hacerle frente a la vida, y tras el abandono de su padre, comenzó a proveer a su madre y a sus hermanos limpiando zapatos en las calles.
Fue a los 8 años cuando tuvo su primer contacto con el boxeo en el gimnasio Neco de La Guardia, y dese ese momento el pugilismo se convirtió en su vida y su pasión.
Sus primeras peleas
Si bien su carrera como boxeador aficionado fue muy efímera, existen registros en los que se revela que existieron dos peleas, mismas en las que venció a su compatriota Jorge Maynrad también conocido como “El Mello”.
Con 118 libras de peso debutó en el boxeo profesional ante Carlos Mendoza en la Arena Colón, y obtuvo su primera victoria como peso gallo el 23 de febrero de 1968. Vale la pena recalcar como un dato curioso que únicamente cobro 25 dólares por dicho encuentro, que sin duda lo motivaron para ir por más.
Fue hasta el 26 de junio de 1972 cuando se proclamó campeón mundial de los pesos ligeros tras derrotar en Nueva York al escoces Ken Buchanan, pelea que ganó por nocaut técnico en el decimotercer asalto.
A partir de ese momento y tras defender su título en 12 ocasiones, su carrera fue en ascenso poniendo al boxeo centroamericano en el mapa del pugilismo mundial.
Su eterna rivalidad con Ray Leonard
El primer enfrentamiento entre ambos colosos se dio en tierras canadienses a medidos de 1980, cuando, tras derrotar al excampeón de peso mundial welter Carlos Palomino, se ganó el derecho de retar a la figura emergente del boxeo norteamericanos, Sugar Ray Leonard.
Definitivamente el campeón no estaba preparado para lo que enfrentaría esa noche, siendo que desde el anuncio de la pelea, Roberto Durán le advirtió en repetidas ocasiones que lo vencería a como diera lugar.
“La Batalla de Montreal” ha sido catalogada por los cronistas como una de las peleas más icónicas de los últimos 50 años, pues ante la mirada incrédula de más de 46 mil espectadores, el panameño venció al campeón mundial de peso welter por decisión unánime, una contienda por la cual habría valido la pena apostar con un código cupón Marca Apueta.
Pese a ello, 5 meses después se pactó la revancha entre ambos boxeadores, y para la secuela de tan apasionante rivalidad fue Ray Leonard quién se llevó las palmas.
El controversial “No más” de Durán
Hubo mucho de qué hablar la noche que Roberto Durán perdió el campeonato mundial de peso welter, sin embargo, la frase que marcó su carrera para siempre fue la que pronunció en el octavo asalto de dicha contienda, cuando se quejó de calambres en todo el cuerpo con el referi, y al preguntarle este si podía continuar, Roberto le dijo “No más”.
Demasiadas especulaciones se han hecho al respecto de estas dos palabras y de la pelea como tal, que si Durán se confió demasiado y no se preparó como era debido para la segunda contienda, que si en realidad el panameño pudo haber seguido peleando aún y con los supuestos calambres, productos de la deshidratación causada por las libras perdidas para poder entrar dentro del peso reglamentario.
La realidad es que a partir de ese momento la carrera del peleador fue en declive, e incluso algunos medios afirmaban que Roberto había sido excluido y rechazado dentro de Panamá.
La leyenda sigue viva
Pese a que la derrota frente a Sugar Ray Leonard fue un parte aguas en la trayectoria boxística de Durán, aún tenía mucho que ofrecer al deporte, puesto que un hombre que había superado tantas adversidades no se daría por vencido tan fácil.
En definitiva Roberto Durán se convirtió en un símbolo de esperanza para toda una generación, y un estandarte de fuerza para un país que estaba atravesando por momentos complicados.
Su huella dentro del boxeo internacional fue tan representativa que incluso tiene su propio documental, dirigido por el icónico cineasta británico Mat Hodgson, en el cual se muestra tanto la cara del peleador aclamado por las multitudes, como del hombre sensible y humano que pocos conocían fuera del ring.
Roberto Durán siempre será un ícono internacional del boxeo, y tanto su carrera como su vida son el claro ejemplo de que sin importar de dónde vengas, el esfuerzo y el coraje son los elementos fundamentales para alcanzar el éxito.