50 años al pie del cañón
Ana de Millares es la secretaria de "Crítica", y hoy cumple 50 años de labor.
“Oiga, usted por qué no firmó la lista... le van a descontar, después no esté llorando...”, esta es una de las frases que repite a diario Ana de Millares, secretaria de “Crítica”, a los periodistas de grupo Epasa que no firman la lista de asistencia.
“La madre” o señora Anita, como cariñosamente le decimos, hoy cumple 50 años de continua labor y dedicación en esta empresa, donde empezó sus labores cuando la editorial llevaba por nombre Editora Renovación, S.A., a cargo de los Arias, hasta el 11 de octubre de 1968, cuando a los Arias les es quitada la empresa.
“A mí me llamó José Agustín Cajar Escala, que era el director de ese tiempo, me dijo que era por tres meses nada más... mire cómo pasa el tiempo, los tres meses se convirtieron en 50 años”, afirma Millares, que además recuerda que también le tocó trabajar con los militares, pero bajo el nombre de Ersa, cuyas instalaciones estaban en la vía Fernández de Córdoba, detrás del hospital San Fernando.
Desde detrás de su escritorio ha visto pasar a un sinfín de personas, de quienes además ha recibido apoyo; entre quienes menciona están la profesora Griselda López, Hipólito Donoso, Ariel Castro, periodistas que le enseñaron en ese entonces, pues asegura que cuando entró a “Crítica”, no sabía nada, pero siempre tiene a alguien con quien puede contar.
Para Ana de Millares, estar en “Crítica” durante 50 años ha sido una experiencia satisfactoria, de todos los directores ha aprendido algo, y también de los periodistas y fotógrafos que recurren a ella para que los abastezca con baterías, libretas o bolígrafos antes de salir a una asignación.
Esta señora, que en noviembre del año pasado tocó las campanas de la victoria, está pendiente de muchas tareas, entre ellas de las páginas que le tocan a cada editor, de las listas de asistencias, y ay de que le firmen la lista si el espacio de la persona dice “libre”... y qué decir si no le dejan la colección de periódicos en su lugar... en fin, han sido 50 años al pie del cañón.