Viva - 30/3/18 - 12:00 AM

No los dejaban ni respirar en Semana Santa

Famosos cuentan que en los tiempos de antes sus abuelas no los dejaban hacer nada.

 

Por: Katherine Marengo VIVA -

Muchas son las historias de terror que desde los tiempos de nuestros abuelos hemos escuchado, de alguna manera u otra han pasado a formar parte de los mitos y leyendas que se generan para los días de Semana Santa, en especial hoy Viernes Santo.

Contactamos a algunos famosos del patio para que nos contaran cómo eran sus días de Semana Santa, cuando eran niños.

Israel Berastegui, mejor conocido como “La vieja Lencha”, contó que su abuela desde pequeño le decía que no podía ir al río porque se convertía en pez, tampoco podía trepar árboles porque se convertía en mono, y el Viernes Santo recuerda que su abuela no cocinaba porque no se podía prender el fogón.

Manifestó, además, que esos días no podían faltar las comidas tradicionales: cocadas, bollo dulce y de mantequilla, chicheme y bacalao.

En la misma línea de Berastegui está Kathy Phillips, quien desde pequeña siempre se creyó los mitos del río y de no treparse en los palos, y confesó que es tradición que en su familia el Viernes Santo se debe pasar el día tranquilo y sin bulla, su familia es de guardar en Cuaresma y de comer pescado.

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Piky Zubieta afirmó que su familia siempre le decía que si se bañaba en la playa, se convertía en pez, que si comía carne se convertía en vaca, y el viernes solo podían respirar.

Se crió en una familia muy religiosa, por ende, se guardaba y solo comía bacalao, arroz con camarones y langostino.

Por otra parte, Judy Meana reveló que su abuela era de Soná, y siempre les inculcó que los días de Semana Santa se pasaban tranquilos, iban a misa y se reunían para conversar y comer las comidas tradicionales como bacalao, arroz blanco, plátano sancochado y pan bon con queso amarillo, de Colón.

La colonense agregó que para estos días se irá de retiro con su hijo, y le inculcará la historia de Jesús como se lo hicieron a ella.

Por último, Orman Innis contó que sus abuelos siempre le decían mitos y leyendas, en donde no podían hacer nada porque los manipulaban desde chicos con esas creencias.

Una de las anécdotas que confesó Innis fue que el Domingo de Pascua jugaba con sus amigos, agarraban un huevo y lo ponía en un vaso de agua en el sol hasta que cada uno decía lo que veía, expresó.

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