Quédese con lo que Dios le dio
La dermatóloga Carmen Amada Pinzón, destacó que cada día son más las mujeres que por verse bien, asisten donde cualquier persona y por un bajo costo.
La belleza en la mujer es un poco costosa y delicada, por ello lucir bien implica gastos considerables.
En este caso querer tener lo que no se tiene es aún más riesgoso, tras rellenar esas partes con implantes mortales.
¡Le hablamos de los biopolímeros! Sabe usted ¿qué son?
Pues son extractos de petróleo que al sintetizarse con algún otro producto de crecimiento sintético y al estar en contacto con el tejido humano puede ocasionar diversas reacciones que son peligrosas para el individuo.
La gran mayoría de las mujeres utilizan estas siliconas en sus glúteos, rostro, piernas y en muchas partes del cuerpo de los que no se siente satisfecha.
La dermatóloga Carmen Amada Pinzón, destacó que cada día son más las mujeres que por verse bien, asisten donde cualquier persona y por un bajo costo ponen en riesgo su vida al inyectarse estos implantes.
"Los glúteos, la cara y los senos son los casos que más atendemos, porque con el tiempo surgen las reacciones negativas que es allí donde afecta el cuerpo", dijo Pinzón.
"El biopolímero no es degradable, es como si a usted le inyectaran plástico derretido y puede estar hasta por 30 años en el cuerpo, pero de que llega el efecto secundario va a llegar y la repercusión es peor", acotó la dermatóloga.
Recientemente, la cantante de típico Sandra Sandoval publicó en sus redes sociales, el error que cometió, según contó en un video que posteó, desde hace 18 años, se inyectó estos implantes en sus piernas y desde entonces ha sufrido.
A raíz de esta publicación en Panamá se han dado a conocer cantidad de casos, sobre todo en mujeres de entre 20 y 60 años que buscan mejorar su cuerpo a un costo bajo que termina poniendo en riesgo su vida.
"Antes de ir hacerse eso busquen a un profesional que lo haga, no pongan su vida en manos de cualquiera persona, revisen si tiene registro sanitario y lean lo que le van a inyectar", recalcó Carmen Amada.
Pinzón mencionó que por ser un producto ilegal, en la mayoría de los casos, les inyectan hasta aceites de carros y las mujeres ni cuentan se dan.
A pesar de que hay tratamientos para retirar el implante, la dermatóloga indicó que no se succiona del todo porque se riega por todo el cuerpo, entre más biopolímeros te inyectas, más son los síntomas y es más difícil sacarlos.
Entre algunas de las técnicas están:
-Analgésicos, antihistamínicos, corticoides, para calmar el dolor.
-Otro de los tratamientos es a través de láser, para derretir el biopolímero y luego retirarlo con un tubo.
- Otra de las técnicas está en una cirugía, que busca abrir el lugar donde se implantó el biopolímero y sacarlo.
- Actualmente hay otra muy utilizada y es la multipuntura, que es con agujas que se le inyecta en la zona del implante y luego se succiona para ir extrayendo poco a poco la sustancia.
Es fácil identificar cuando una mujer se ha inyectado estos implantes según explicó la doctora, ya que en la parte donde se colocó el biopolímero se produce un enrojecimiento, causa dolor en el área infectada, la piel en ese punto puede adelgazar, crear úlceras, entre otras series de síntomas que llevan a la depresión y en algunas ocasiones hasta el suicidio.
La doctora Pinzón resaltó que hoy día se utilizan sustancias que traen moléculas de biopolímeros y se las están implantando en la vagina para rejuvenecerla, y es ahí donde caen, porque les ponen todo menos el medicamento que es.
"Estas nuevas técnicas se están desarrollando en muchos país, y con consecuencias irreparables, por lo que es mejor quedarse como Dios las trajo al mundo", indicó la dermatóloga.