El primer trasplante mundial de pene y escroto a un soldado estadounidense herido prestando servicio en Afganistán fue confirmado por médicos de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore (Maryland, oeste).
Informes de agencias internacionales indican que la intervención, que se extendió por 14 horas, fue realizada el 26 de marzo por un equipo de nueve cirujanos plásticos y dos cirujanos urólogos.
Se informó que el pene entero, el escroto sin testículos y parte de la pared abdominal proceden de un donador fallecido.
El beneficiado con este trasplante solicitó el anonimato, pero publicó una breve declaración en la que dice que se espera que sea dado de alta del hospital la próxima semana.
"Confiamos en que el trasplante le permita a este joven recuperar las funciones miccionales y sexuales casi en su totalidad", dijo W.P. Andrew Lee, profesor y director de cirugía plástica y reconstructiva de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
"Es una herida realmente muy dolorosa de sufrir, una herida que no es fácil de aceptar", dijo. "Cuando me desperté por primera vez, finalmente me sentí más normal", aseguró.
La declaración no describe cómo resultó herido el paciente, pero indicó que explosiones de artefactos caseros pueden causar tales lesiones.
Con anterioridad se han efectuado operaciones conseguido con éxito trasplantar solo un pene, por lo que agregar el escroto representa un avance para los cirujanos. El primer trasplante de pene en el mundo tuvo lugar en China en 2006, pero luego fue removido debido a “un grave problema psicológico del receptor y su esposa”, explicaron los médicos.
La primera intervención exitosa fue anunciada en 2015 en Sudáfrica. Estados Unidos le siguió en 2016.
La del 2016 se trata de Thomas Mannig quien fue sometido al primer trasplante de pene en Estados Unidos en su momento este dijo en entrevista con la BBC "la parte más dura para mí, es que alguien haya tenido que morir para que yo tuviera un pene", .
Se destaca que las víctimas de lesiones genitales (lesiones genitourinarias) y amputación de pene frecuentemente sufren en silencio de depresión y vergüenza.
Pero Manning tomó la decisión de divulgar públicamente su situación con el propósito de vencer el estigma e inspirar a otros hombres afectados sobre la posibilidad de recuperación.
"Inicio un nuevo capítulo lleno de esperanza personal y para otros que han sufrido lesiones genitales", señaló en un comunicado leído por los médicos en su momento.
"Confiamos en que el trasplante le permita a este joven recuperar las funciones miccionales y sexuales casi en su totalidad", dijo W.P. Andrew Lee, profesor y director de cirugía plástica y reconstructiva de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
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